Autodromo Internacional do Algarve, Portimão (Portugal). | Los sueños son sueños, pero de vez cuando pueden hacerse realidad. Si perseveras y luchas a diario por conseguirlo, es posible que aparezca algo que permita transformar lo onírico en verídico. A Miguel Molina le sucedió algo así. Pasó de soñarlo a vivirlo, de imaginar cómo sería tener la oportunidad de luchar por la victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans y por el Campeonato del Mundo de Resistencia a que esta verosímil situación se tornara tangible.
Hace cuatro años, Miguel nos confesaba en una entrevista en el Circuit de Barcelona-Catalunya que le gustaría estar en un Hypercar; y hace dos, cuando ya se había anunciado el proyecto oficial de Ferrari en el WEC, nos aseguraba que “sería un sueño poder luchar por la victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans.” Siguiendo con esta curiosa e imprevista tradición de hablar con él cada par de años y viendo que sus deseos se han ido cumpliendo, volvimos a conversar con él en Portimão para que nos contara lo que siente, como lo está viviendo y lo que le espera por delante.
“Ferrari, cuando se mete en algo importante, se mete hasta dentro”
Cuando se desarrolló aquella entrevista hace dos años, el proyecto Hypercar de Ferrari estaba en marcha. Él quería estar en él y en él está. “La verdad es que es un honor para mi estar en una de las seis plazas de Ferrari en un Hypercar. He trabajado mucho estos años para conseguirlo y creo que esto supone llegar al máximo de mi carrera deportiva. Durante los últimos años hemos hecho un buen trabajo, he ganado carreras desde que llegué aquí y me siento en un buen momento para poder afrontar este proyecto. Estoy muy contento, aprendiendo muchísimo cada día, y con un equipo detrás que es un honor trabajar con ellos. Porque Ferrari, cuando se mete en algo importante, se mete hasta dentro. Esto, en parte, es una presión; pero, a la vez, te da la seguridad de saber que las cosas van a salir bien. Y así está siendo.”
Tanto es así que el estreno en Sebring fue de ensueño. “Llegamos a Sebring con unas expectativas que se superaron más de lo que pensamos. Esto es importante, porque significa que las cosas se han hecho bien. Es importante que el coche haya nacido bien, así de rápido. Antonio hizo una gran vuelta en calificación y sabíamos que el coche iba a ir bien allí. Pero hay que hacerlo y Antonio lo hizo. En carrera tuvimos algún problemilla que nos retrasó un poco, pero pudimos salir adelante y con mejor ritmo de carrera llegamos al podio. Estoy muy contento por todo el trabajo que hay detrás.”
Un trabajo que comenzó hace tiempo y que ha dado el regreso de Ferrari a la resistencia con un 499P que es el heredero natural de aquellas máquinas de carreras de leyenda que antaño escribieron con letras doradas la historia de las 24 Horas de Le Mans y de tantas otras pruebas míticas. Coches como el 333SP con el que Fermín Vélez triunfó a lo grande y por partida doble en las 12 Horas de Sebring de 1995 y 1997.
Miguel Molina recoge también ese testigo, al volante de un moderno prototipo que tuvo gran parte de su desarrollo en nuestra tierra, concretamente en Motorland Aragón, donde se llevaron a cabo importantes pruebas que después tienen una gran importancia en el desarrollo de la temporada. Al respecto, Miguel nos remarca que “Alcañiz fue muy duro, hicimos unas cuantas horas de pruebas. De hecho, el primer test de resistencia lo hicimos allí.”
“Hay que mantener los pies en el suelo”
Tras el fantástico arranque de las 1000 Millas de Sebring y los buenos resultados cosechados también en las 6 Horas de Portimão, es fácil “venirse arriba”. Pero, Miguel recalca que “hay que mantener los pies en el suelo y ser humildes. Corremos contra marcas que tienen más experiencia que nosotros en este campeonato, así que intentaremos que nuestra curva de evolución sea más pronunciada que el resto y trataremos alcanzarles lo antes posible. El proyecto es muy joven todavía en cuanto a tiempo que llevamos en pista. Cada vez que salimos cambiamos reglajes y estamos constantemente probando diferentes cosas. La verdad es que cada vez va mejor. Queda mucho por aprender y hay margen de mejora.”
Ahora, que cambia los GT por los LMH, por unos Hypercar que están escribiendo un nuevo capítulo en el libro de historia de las carreras de resistencia, Ferrari regresa a una modalidad en la que cosechó grandes éxitos en el pasado. Esto es algo a tener en cuenta, puesto que saber toda la historia de triunfos en el extinto mundial de prototipos y en las 24 Horas de Le Mans puede llegar a asustar.
“Es mucha responsabilidad y se siente como tal. Pero la afrontamos con tranquilidad porque tenemos un buen ambiente en el equipo y un grupo muy unido. Sabemos que toda la gente que trabaja en este proyecto es capaz de hacer las cosas bien. Sebring fue un punto muy importante porque nos sacó bastante presión de encima.” Y es que el Ferrari 499P “nació en julio, no hemos hecho muchos kilómetros de pruebas para lo que es este tipo de coche; pero, los que hemos hecho han sido de mucha calidad y eso se nota. Hay que seguir creciendo con toda esta historia detrás y aquí estamos para eso.”
“Es otro mundo”
Miguel Molina ha pasado de vivir las carreras del Campeonato del Mundo de Resistencia subido al volante de un GT a hacerlo en un sofisticado LMH. Ambos tipos de coche se asemejan en lo más básico de lo que es un automóvil, pero no tienen nada que ver. Miguel destaca que el Ferrari 499P “es otro mundo. Es más parecido a un monoplaza, sobretodo a nivel técnico. En mi caso, tuve la suerte de competir durante siete años en el DTM, que por aquel entonces eran prototipos y a nivel de conducción se parece bastante. Tenemos el sistema híbrido y la regeneración en frenada, lo cual hace que la manera de frenar sea algo distinta y tienes que saber gestionarlo. Hay mucho trabajo que hacer con el volante, mucha información con la que debes trabajar y esto también tiene su punto.”
En todo caso, el mayor cambio ha sido en la manera de afrontar las carreras, especialmente en cuanto a la gestión del tráfico, pasando de mirar constantemente el retrovisor para dejar pasar a los prototipos a ser él quien debe de buscar el hueco para adelantar a los GT. Algo que en Portimão adquiere una importancia especial por su gran cantidad de desniveles y curvas ciegas. “Esto es lo que más nos ha cambiado en cuanto a gestión de carrera. Se llega muy rápido a los GT y tiene su punto de adaptación. Pero, la verdad es que es más fácil adelantar que dejarse pasar”, asegura.
Y es que han cambiado mucho las cosas desde aquella primera entrevista en 2019, durante un Prólogo del WEC que aquel año visitó el Circuit de Barcelona-Catalunya; aunque la pasión por las carreras y por ganar siempre han estado presentes en un Miguel Molina que ha logrado cumplir el sueño de verse subido en un Ferrari en la categoría máxima del Campeonato del Mundo de Resistencia para pelear por el título y por la victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans. Esperamos que para la próxima entrevista, que siguiendo la tradición tocará hacerla en un par de años, hayas cumplido los sueños y aspiraciones que nos confesaste bajo el impresionante mural histórico del hospitality de Ferrari. ¡Muchas gracias y mucha suerte, Miguel!
Foto de portada: Media Ferrari.