En competición, los pilotos reciben una gran cantidad de información, ya sea a través de su volante, de las pizarras o de banderas. En la actualidad, estas últimas siguen siendo un elemento crucial para informar del estado de la pista, de los peligros que pueda haber o de las acciones que debe tomar un piloto. Y quizás la más ondeada a lo largo del fin de semana sea la bandera azul.
Esta bandera se usa para advertir de coches más rápidos en pista. Ya sea por un doblaje o cualquier otra circunstancia. El sistema de banderas se automatizó hace tiempo, así que un programa informático es el que se encarga por defecto de desplegarlas cuando es necesario o cuando se recibe una orden directa de hacerlo. Incluso en las banderas azules que tantas veces se oyen reclamar por las radios en televisión.
La bandera azul se muestra cuando se acerca un coche más rápido que se debe respetar. Se ondea, por ejemplo, a la salida del pitlane para el coche que sale del carril sepa que se acerca otro piloto mucho más rápido por la pista y que debe permitirle mantener la trazada. Así se intenta evitar accidentes por la diferencia de velocidad que existe entre ambos coches. También se usa en clasificación para advertir a los pilotos que no van en una vuelta rápida de que se acerca otro que si se encuentra en crono y que deben permitirle el paso.
Sin embargo, la opción por la que es más conocida y por la que ha dado más debate, atañe a la obligación de permitir un doblaje. Cuando un piloto se encuentra con otro que va a ser doblado, se enseña a este segundo la bandera azul para que deje pasar al más rápido. El coche que va a ser doblado tiene la obligación de apartarse y abandonar cualquier lucha. Incluso si se encuentra peleando una posición de pista con otro coche en ese momento.
Muchos pilotos de la parte alta de la parrilla se quejan o se han quejado por radio de que algunos pilotos tardan demasiado en apartarse o que la bandera tarda mucho en aparecer. Pero lo cierto es que todo el proceso está automatizado. Tan solo cuando hay una diferencia de 1.2 segundos entre el coche lento y el que va a doblar se despliega la bandera. Es trabajo del piloto rápido acercarse lo suficiente para que esto ocurra.
Cuando se cumple esta premisa, no solo los comisarios ondean la bandera, sino que el nuevo sistema de paneles que usa la Fórmula 1, también se ilumina de azul junto al número del piloto que debe apartarse. Y por si eso fuera poco, este recibe también un aviso visual en su volante. Es entonces cuando este debe apartarse lo antes posible. Si no lo hace y pasa por tres puestos de oficiales en los que se le muestre la bandera, este puede verse penalizado.
Como curiosidad, en el mítico Gran Premio de Mónaco, el tono de las banderas azules es un poco más claro que en el resto de eventos del campeonato. La versión oficial es que este tono más claro evita que los pilotos la confundan con el mar en los días soleados del principado, aunque con los paneles luminosos actuales esto pierda algo de sentido. Lo que es seguro es que contribuye a que a ese GP en concreto le rodee un aura de distinción. Y la sensación de que allí todo es un poco diferente.