Veni, vidi, vici. Como si de las legiones romanas al mando de Julio César se tratara, el equipo WRT ha cosechado este año la gloria, por partida doble, en un campo en el que acababa de llegar. Tras mucho tiempo demostrando sus grandes capacidades para ganar en las carreras de GT, decidieron aumentar sus esfuerzos en las pruebas de resistencia, con el objetivo de conquistar las 24 Horas de Le Mans y el Campeonato del Mundo.
Pero no se han quedado en eso, puesto que las European Le Mans Series, el certamen que hace las veces de campeonato a nivel europeo de resistencia, ha visto como el Team WRT lograba los mayores éxitos. La categoría LMP2, reina en las ELMS y segunda división en el WEC, tan sumamente competida y con algunos de los equipos más fuertes del panorama internacional, ha visto como los belgas terminaban dominando para llevarse los títulos a casa.
No ha sido una tarea nada sencilla, especialmente al mantener el programa en el GT World Challenge Europe, campeonato en el que también han triunfado por todo lo alto, tanto en la copa “Endurance” como en la “Sprint”. Y es que, hace unas cuantas temporadas que el antes conocido como W Racing Team viene pisando fuerte y ganando allá donde hay una carrera en la que participar.
El Oreca 07 de WRT rodando en el circuito de Sakhir para la cita final del WEC.
Fue en 2009 cuando un empresario, un expiloto y un ingeniero unieron sus fuerzas para crear el equipo. Se podría decir que Yves Weerts puso el dinero, Vincent Vosse la experiencia y René Verbist el liderazgo para construir una estructura de competición con la que batir a los principales actores del panorama continental. Comenzaron en Bélgica, ganando algunos certámenes nacionales de turismos y GT antes de dar el salto mayor hacia los campeonatos europeos.
El Campeonato de Europa de GT3, las Blancpain Series (actual GT World Challenge Europe) o el DTM han contado con WRT en sus filas. Incluso han probado suerte en disciplinas alejadas de las tradicionales, como en el invernal Trophée Andros. En todo este tiempo, se han consolidado como uno de los equipos de mayor potencial a este lado del Atlántico, consiguiendo un total de trece títulos de campeones en el principal certamen de GT de Europa, además de dos victorias en las 24 Horas de Spa y una en las 24 Horas de Nürburgring, defendiendo los colores de Audi, marca de la que han sido (y todavía son) equipo de fábrica.
El LMP2 de Kubica, Déletraz y Ye camino del título de las ELMS en Portimao.
Con la victoria este año en las 24 Horas de Le Mans, de la mano de Ferdinand von Habsburg, Robin Frijns y Charles Milesi, han logrado cerrar el círculo al conquistar las tres grandes carreras de resistencia de Europa, la triple corona continental. Además, en 2018 ganaron las 12 Horas de Bathurst, por lo que sus trofeos en las competiciones de larga distancia más conocidas del mundo ya suman una buena parte de los conseguidos en todas estas temporadas.
Además de Le Mans, WRT ha desarrollado una temporada en el WEC digna de mención, con von Habsburg, Frijns y Milesi ganando las dos carreras celebradas en Baréin para remontar y proclamarse campeones de la categoría LMP2, éxito cosechado apenas unas semanas después de que Robert Kubica, Louis Déletraz y Ye Yifei hicieran lo propio en las ELMS, campeonato que comenzaron con victoria en Barcelona y en el que sumaron posteriormente otras dos más en el Red Bull Ring y en Spa-Francorchamps, sentenciando el título en Portimao.
Victoria en Baréin y título de campeones en LMP2 del WEC para WRT.
Ante semejante paseo triunfal en el fin de fiesta de los dos campeonatos de resistencia organizados por el Automobile Club de l’Ouest (ACO) y en los de GT regidos por SRO, WRT se centra en preparar su programa para la próxima temporada en la que tendrán la complicada papeleta de mantener el nivel, el que ellos mismos han puesto y que ningún otro equipo ha podido alcanzar. Se han convertido en la referencia, lo cual los pone en el disparadero de salida para cuando los marcas desembarquen con todo su arsenal en la categoría reina del WEC en 2023. Seguro que la estructura belga tiene mucho que decir.
