En esta temporada 2018 ha vuelto a aparecer un fantasma del pasado de la categoría reina. Uno de esos conceptos que los ingenieros se sacan de la manga para engañar a la física y mejorar todavía más su coche. Hablamos de los escapes soplados, de los que tanto se habló en el pasado durante la era Red Bull. En los test de pretemporada vimos como Renault había inclinado su escape unos 5 grados hacia arriba para que los gases incidieran sobre el alerón trasero creando así una diferencia de presión que mejorara la carga aerodinámica sobre la parte posterior del coche. Eso llamó la atención de los otros equipos y, tras una investigación por parte de la FIA se demostró que esa modificación entraba en el reglamento y por tanto el equipo francés podía seguir usándolo.

Sin embargo las alarmas saltaron en el GP de China cuando se abrió una investigación sobre Ferrari por una situación parecida aunque diferente a la vez. Parece ser que unos sonidos en las curvas lentas del circuito chino hizo sospechar que la Scuderia estaba usando un viejo truco que se inventaron desde el equipo Red Bull Racing con su RB7 en un ya lejano 2010.

Los equipos suelen dirigir los gases de escape para mejorar su rendimiento aerodinámico.

 

Los gases que salen del escape de un Fórmula 1 salen a gran velocidad y temperatura asi que si puedes aprovechar estos factores para generar mas carga en la parte trasera de tu monoplaza esto te dará una ventaja, y eso es lo que hace Renault con esa pequeña inclinación en su escape. Pero eso solo funciona cuando el motor está empujando. Y aquí aparece la mente de ingeniero: ¿y si pudieras conseguir que esos gases siguieran soplando aunque tu motor no estuviera empujando? Eso te daría una ventaja aún mayor, por que te daría ese flujo sobre el alerón trasero incluso en curvas muy lentas en las que el motor no está trabajando.

El equipo Red Bull experimentando con la aerodinámica de la parte trasera de su coche en 2010.

 

Ese concepto es el que introdujo el equipo de la bebida energética mediante un mapa motor que hacía que el escape siguiera soplando (de aquí el nombre de este concepto) aunque el motor no estuviera acelerando. Esta solución representó una ventaja tan grande para su coche que la FIA acabó prohibiendo estos mapas de motor a partir de 2011.

Por tanto lo que prohíbe el reglamento no es que se puedan aprovechar los gases de escape para un mejor rendimiento aerodinámico,como el concepto de Renault para esta temporada, sino el uso de mapas motor que generen un soplado artificial y constante como se sospechaba que podía estar usando Ferrari.

Tras la investigación de la FIA en China, no se tomó ninguna medida por lo que podríamos descartar que esta triquiñuela hubiera reaparecido en la Fórmula 1 moderna. Pero nos ha servido para explicar otro de los ases que se han sacado de la manga los equipos a lo largo de los años para intentar llevar su máquina un pasito más allá que el resto de la parrilla.