Tras el Rallycross de Cataluña, la prueba que abrió el Campeonato del Mundo de Rallycross 2021, en la que Pablo Suárez y José Luis García debutaron en la disciplina y también en el nuevo certamen eléctrico RX2e, reflexionamos sobre el futuro del automovilismo en nuestro país y el papel que el rallycross debía tomar. Después de vivir lo acontecido en Nürburgring, de nuevo con Pablo Suárez a quien se sumó Pepe Arqué como pareja protagonista, podemos confirmar que la senda es buena y es cuestión de tiempo que uno de los nuestros llegue al World RX.
Hasta cinco piloto españoles han competido en el Campeonato de Rallycross RX2e este año -contando cinco licencias españolas, para que no hayan dudas-. Con Suárez completando todo el calendario, el canario ha sido el baluarte en la escena internacional en este 2021, sumándose diferentes actores en algunas pruebas. En la de casa, en el Circuit de Barcelona-Catalunya, el experimentado José Luis García le acompañó, esperando a la cita en Spa-Francorchamps para que Laia Sanz regresara a la disciplina seis años después y Christine Giampaoli debutara en ella. Finalmente, Pepe Arqué alcanzó su sueño de estrenarse en la antesala del mundial, en Nürburgring, con una actuación espléndida.
Pablo Suárez ha conseguido lo que hasta el año pasado parecía impensable. Con Guillaume de Ridder y Jesse Kallio jugándose el título entre ellos, pilotos de mayor experiencia, tanto en el World RX como en el RX Nordic, Suárez ha ido progresando durante la temporada hasta conseguir terminar tercero en la general y cerrar el año con un podio en Alemania, el primero de su carrera, el primero de un español en la antesala del mundial de rallycross y el primero en una prueba internacional desde el cosechado por Manuel Senra en División II del Campeonato de Europa en Lousada en 2003.
Comenzó con una magnífica cuarta posición en Montmeló que podría haber sido podio. La estrategia no jugó a su favor, pero firmó una gran victoria en su manga de Q3 y pasó a la final con una segunda plaza en su semifinal. Un éxito que nunca antes había logrado un piloto español en un certamen de rallycross de tan alto nivel, peleando contra los que a final de año han estado en la pomada para llevarse el campeonato. En Höljes y Lohéac no salieron las cosas tan bien, con resultados más discretos pero que sirvieron para que cogiera experiencia en trazados complejos y contra rivales de mayor músculo.
En Spa-Francorchamps llegó el primer paso en forma de mucho ritmo durante todas las mangas y destreza a la hora de batallar contra los demás. Victoria en la Q2, segunda posición en la semifinal y directo a la final. Podría haber llegado ahí el podio, pero no fue así y hubo que esperar a Nürburgring, donde quizás no tuvo el mejor fin de semana en el cómputo general, pero que terminó con un premio en forma de trofeo que selló la tercera plaza en la general, únicamente por detrás de los dos candidatos al título.
Para José Luis García fue una nueva experiencia competir en rallycross y con un nuevo coche eléctrico justo en el estreno de los RX2e. El piloto catalán no había pilotado nunca uno de estos vehículos y eso se notó a la hora de conseguir un buen resultado. Sin embargo, los años de carreras sobre sus espaldas no fueron en balde y consiguió sacar pecho para ir ganando ritmo durante el fin de semana e ir defendiéndose de los ataques de los rivales en cada batalla. Finalmente, las semifinales dictaron justicia y en ellas terminó su aventura en la prueba de casa y en el certamen.
Cuando el campeonato aterrizó en Bélgica, dos nuevas incorporaciones se sumaron. Laia Sanz y Christine Giampaoli se unieron a Pablo Suárez para formar la mayor inscripción española en el campeonato. Para Sanz fue su regreso después de su debut en el germen de esta categoría, la RX Lites en el Rallycross de España de 2015; y como en aquella ocasión, las cosas no fueron como se esperaba. Cambiar la lucha contra el crono por las peleas cuerpo a cuerpo es un salto enorme que hasta los más grandes han sufrido en sus propias carnes y a la catalana le costó. Aprovechó los errores y problemas de los rivales para escalar posiciones, pero las semifinales fueron un escollo demasiado alto que superar.
Por su parte, Giampaoli tuvo un fin de semana en el bosque de las Ardenas algo mejor. Con un poquito más de experiencia al volante de un RX2e, gracias a sus test en Calafat, pudo rodar rápida desde el principio, consiguiendo la segunda plaza en su manga de la Q2. Pero, como en el caso de Sanz, ítalo-canaria tampoco pudo pasar a la final, terminando su participación con una cuarta posición que pudo haberse transformado en un lugar en la final.
El mundial de rallycross llegó a Nürburgring y allí se desató la gran fiesta con la gran culminación final. Pepe Arqué se subió al asiento del coche desarrollado por QEV Technologies y fue mejorando sesión a sesión. Con una pista muy complicada y resbaladiza por la nieve acumulada durante la noche, el de Martorell terminó segundo la Q1 y sumó los puntos necesarios para pasar quinto de la general a las semifinales. Sin miedo a los rivales, impuso sus galones de rookie para rodar en los tiempos de Jesse Kallio en la semifinal y entrar segundo en la parrilla de la carrera decisiva.
Su nombre empezó a sonar con fuerza en el paddock, que vibró con la actuación de un piloto desconocido fuera de nuestras fronteras. Y es que, sin casi experiencia con el coche, estuvo rodando en los tiempos de los mejores, peleando cada posición con firmeza y siendo más rápido en algunas zonas del circuito. Ya en la final, no pudo liberarse de sus rivales al partir en mitad del grupo, perdiendo posiciones a lo que se sumó un problema en el sistema del limpiaparabrisas. Terminó sexto, recibiendo la ovación del equipo y la felicitación en persona del campeón, Guillaume de Ridder.
La aventura internacional de los pilotos españoles en rallycross ha concluido por ahora, terminando una temporada espectacular en la que hemos vuelto a ver muchos nombres y caras conocidas y no tan conocidas pelear contra las leyendas de esta disciplina. Poder medirse de tú a tú y demostrar que pueden estar luchando contra ellos al mismo nivel ha sido una gran noticia que confirma el buen papel que pueden hacer en el futuro próximo. Porque han llegado para quedarse y ahora hay que apoyarles al máximo para que el año que viene puedan, durante toda la temporada, pelear por el título en igualdad de condiciones.
Este éxito del incipiente #RXTeamSpain, como se ha ido denominando a este grupo de gladiadores en sus aventuras europeas con este hashtag en redes sociales, no es más que el comienzo de un camino que debe llevar a uno de nuestros pilotos al Campeonato del Mundo de Rallycross. La presencia de QEV Technologies como desarrollador y fabricante de los coches y gestor de la categoría RX2e es también un gran impulso para este objetivo. Tenemos las piezas, únicamente falta que nos pongamos manos a la obra para completar el puzzle de la historia del rallycross en España.
Foto de portada: © Pablo López Castillo (elacelerador.com).