Como si de una cita romántica se tratara. Así hay que tomarse el proyecto más curioso que se trae entre manos la temporada 2023 en materia de carreras de resistencia. La estructura estadounidense Hendrick Motorsports hará las delicias de los aficionados al automovilismo cuando en el “Garage” 56 del circuito de La Sarthe aparezca el Chevrolet Camaro ZL1 desarrollado para sentar en la misma mesa al centenario de las 24 Horas de Le Mans y a la esencia de las carreras de stock car de la NASCAR.
Una cita en la que se darán la mano dos mundos, dos concepciones tan dispares del automovilismo que, sin embargo, guardan enormes puntos de conexión. La NASCAR, el principal organizador de carreras de coches del continente americano, promotor del campeonato con más seguidores y más popular de Estados Unidos, homenajeará a las 24 Horas de Le Mans, la “madre de todas las carreras”, compitiendo con uno de los modelos en la prueba de resistencia gala; mientras que la joya de la corona del Campeonato del Mundo de Resistencia hará lo propio con imperio automovilístico estadounidense al dejar competir a un stock car en su especial “Garage 56”.
La plaza reservada para proyectos especiales y vehículos experimentales de Le Mans vuelve a ponerse en marcha este año por este motivo. Un Garage 56 que ha visto al famoso DeltaWing trazar las sinuosas eses y largas rectas de La Sarthe, antes de que el Nissan ZEOD RC probara suerte un par de años después. Pero también, dio la oportunidad a Frédéric Sausset, piloto que cuenta con una cuádruple amputación de sus miembros, competir en la gran carrera manejando un LMP2 adaptado que sirviera como base para el desarrollo de sistemas de pilotaje para personas en la misma o similar situación.
Con estos antecedentes, el Garage 56 volverá a tener mucho protagonismo en esta edición de las 24 Horas de Le Mans. Concebido como un stock car al que se han realizado distintos ajustes para competir en una carrera de larga distancia como esta, el Chevrolet Camaro ZL1 de Hendrick Motorsports ha sido modificado con respecto al Next Gen del que deriva y que desde la pasada temporada es la reglamentación que siguen los coches de la NASCAR Cup Series con la intención de que, además de alcanzar una fiabilidad que le garantice terminar la carrera, sea competitivo durante las 24 horas de duración de la prueba.
Para ello, Hendrick Motorsports ha llevado a cabo un intenso programa de test en Estados Unidos, tomando las pistas de Sebring y Daytona como bases de pruebas en las que desarrollar todas las adaptaciones necesarias para convertir un stock car, en el que lo importante es ir muy rápido, en un coche de resistencia, que aguante y sea rápido sin comprometer la mecánica durante el mayor tiempo posible.
Siguiendo con el mismo patrón, el proyecto no ha escatimado en esfuerzos a la hora de contar con los mejores pilotos disponibles para llevar adelante la empresa. Tres nombres de gran prestigio y con una vasta experiencia en competición serán los encargados de hacer volar al “NextGenG56” a lo largo de la inmensa recta de Hunaudières y negociar las vertiginosas eses Porsche de camino a la meta durante todo un día de alta competición. El estadounidense Jimmie Johnson, multicampeón de la NASCAR; el británico Jenson Button, Campeón del Mundo de Fórmula 1; y el alemán Mike Rockenfeller, campeón del DTM y ganador de las 24 Horas de Le Mans, sumarán sus galones para convertir al Chevrolet Camaro ZL1 en leyenda en La Sarthe.
La cuenta atrás se acerca poco a poco a su fin, al momento en el que Le Mans y la NASCAR tengan su cita romántica en el “Garage” 56, cuando el reloj se detenga para celebrar el siglo de historia de las 24 Horas de Le Mans, cuando cobre vida ese preciso instante en el que el semáforo pasa del rojo al verde y toda la atención se ponga en ese gigantesco cronógrafo que va descontando las horas sobre la recta principal del circuito de La Sarthe.
Foto de portada: Media NASCAR Garage 56.