El mundo del sim-racing està en plena ebullición. La aparición de simuladores cada vez más fieles a la realidad, junto con volantes y accesorios cada vez más avanzados, han hecho que el mundo virtual esté más cerca de la realidad que nunca. Además, la aparición de plataformas de “streaming” como Youtube o Twitch, han permitido acercar incluso más este eSport al público y han disparado el número de usuarios de este tipo de videojuegos.

Si bien la distancia entre ambos mundos sigue siendo sustancial, y parece difícil que lleguen a coincidir a corto plazo, sí que hemos visto cómo se tendían puentes entre ambos en varias ocasiones. Tras algunos certámenes como la GT Academy, en la que los mejores jugadores de Gran Turismo darían el salto a un coche de verdad, ahora es Fanatec el que ha dado un paso adelante en el apartado de los volantes que ambas disciplinas se tiendan la mano una vez más.

La marca, conocida por desarrollar hardware destinado al simracing, ofrece en su tienda algunos de los volantes que ha desarrollado junto a fabricantes de vehículos de competición reales. Para que, todo aquel que se lo pueda permitir, tenga en sus manos una pieza real de un coche de competición cada vez que se lance a competir en las carreras en línea de cualquier simulador.

Bentley GT3 Fanatec

Del simulador a la montaña. El volante usado en el Bentley Continental que quedó cuarto en Pikes Peak se puede usar en cualquier simulador de Fanatec.

Actualmente, entre su amplia gama de volantes y aros, Fanatec ofrece tres modelos que provienen del desarrollo de un coche de competición auténtico. El primero de ellos, y el que inició todo esto, es el modelo que equipa el Bentley Continental GT3, como el que quedó cuarto en Pikes Peak en 2021. Con su sistema de “quick release” incluido, el modelo que encontramos en pre-venta en la tienda de Fanatec, es exactamente el mismo que equipa el modelo de calle. Incluye pantalla para la telemetría, botones rotatorios y el sistema de levas para el cambio. Tan solo tendremos que decidir si acoplarlo a nuestro simulador o a un GT3 de la marca británica antes de lanzarnos al asfalto.

El siguiente a sumarse en esta selecta lista es el modelo que compartirán con el BMW M4 GT3. La marca de sim-racing alemana ha desarrollado, junto a la marca de Múnich, el volante que usarán todas las unidades del M4 GT3 que pueblen las parrillas de todos los campeonatos de GT del mundo. Incluidos el GT Open o el GT World Challenge. Paralelamente, cualquier aficionado a las carreras virtuales con unos 1400 € en su bolsillo, podrá hacerse con una unidad de ese mismo volante para el simulador que tiene en su propia casa. Exactamente igual en todos los aspectos al que veremos en los circuitos.

BMW Fanatec

Todos los M4 GT3 de la nueva generación que veamos en las parrillas de salida usan el volante desarrollado por la marca de sim-racing.

Y finalmente, fue M-Sport Ford el que se unió a Fanatec para poner algo del mundo virtual a su coche (o viceversa). En su desarrollo del nuevo Ford Puma Rally 1, el encargado de fabricar el aro al que se agarran Breen, Loeb, Greensmith y compañía fue, de nuevo Fanatec. Y si bien todavía no se habla del volante del Puma en la tienda en línea de la marca de simuladores, se presume que, en un futuro próximo, cualquier aficionado podrá hacerse con un volante igual al que usó Loeb para ganar el Rally de Montecarlo 2022.

Si bien estos dos mundos siguen lejos, sus caminos parecen cruzarse de vez en cuando. Y los aficionados a ambas especialidades lo celebramos. Hemos visto durante muchos años como nuestros héroes conquistaban las mayores hazañas desde el sofá, o desde las gradas y las cunetas de circuitos y tramos. Y ahora, gracias al auge de las carreras virtuales, quizás podamos acercarnos, aunque sea tan solo un poquito, a sentir durante unos segundos lo que experimentan los pilotos a bordo de esas codiciadas máquinas. Eso sí, desde el calor del hogar.

Fanatec Ford

Se espera que en un futuro próximo, cualquier aficionado al sim-racing pueda usar el mismo volante que ganó en Montecarlo a manos de Loeb, en su casa.