El automovilismo está lleno de grandes entusiastas de las carreras que han conseguido hacer de su afición un modo de vida. Apasionados de la competición que no dudan en subirse a un coche para disfrutar de su pilotaje. Uno de ellos es Francesc Gutiérrez, piloto y organizador de carreras y campeonatos. Él es el responsable de V-Line Org, una de las mayores empresas de organización de eventos automovilísticos de nuestro país, entre los que se encuentra el Campeonato de España de Resistencia y GT (GT-CER), y pruebas como los 500 Km de Alcañiz, la Pujada a Alp 2500 o el Rally de Lloret de Mar.

Francesc Gutiérrez ha vivido la competición desde muy joven y consiguió dirigir su vida hacia su gran pasión. Además, trabaja como instructor de pilotos, oficio en el que ha guiado los primeros pasos de las carreras deportivas de Miguel Molina, Dani Clos, Jaime Alguersuari o Dani Juncadella. Actualmente, ejerce esta profesión como coach del joven Mari Boya, piloto del Campeonato de España de Fórmula 4. Sobre todo esto y mucho más, hemos podido hablar con él. Con todos ustedes, Francesc Gutiérrez.

EL ACELERADOR (EA): Nos gustaría empezar la entrevista hablando de tus inicios en el automovilismo. ¿Cómo empezaste y qué recuerdos guardas de aquella época?

FRANCESC GUTIÉRREZ (FG): Desde muy pequeño tuve muy claro que los coches, en especial turismos y GT, eran lo mío y los 18 era la frontera para poder hacer realidad mi sueño. Así que, en cuanto pude, me lancé al ruedo. En casa, tomaron la decisión que fuera en Montaña, una disciplina asequible a la par que muy formativa, y para ello cogí el GT Turbo que tenía de calle y se le puso lo imprescindible para poder correr, pero sin ninguna mejora técnica, ni siquiera amortiguadores, ni neumáticos que seguían siendo de serie. La razón principal fue que si no salía bien, volverlo a dejar de calle era muy sencillo. Pero afortunadamente salió muy bien, y en año y medio ya estaba haciendo el Europeo con un Ford Sierra Cosworth y al siguiente ya logré mi primer título nacional.

A partir de aquí, se me abrieron las puertas en el equipo de Xavi Riera y gracias a los resultados pude entrar como piloto de la Red Renault Cataluña, para al año siguiente pasar a los GT, donde logré ser piloto profesional durante 11 años de la mano del equipo Motor Competición de Luis Villalba. Evidentemente, guardo unos grandes recuerdos de todos esos años porque lo que iba a ser un hobby se acabó convirtiendo en mi profesión, y creo que ese periodo de aprendizaje es el que más se disfruta.

Francesc Gutiérrez pilotando el Ferrari 458 de PCR Sport en Motorland Aragón durante los 500 Km de Alcañiz de 2019. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

EA: En aquellos años, tu padre, Paco Gutiérrez, y otras personas involucradas en la Escuderia Girona pusieron en marcha el Circuit de Sils, primero como pista de autocross y después como circuito de rallycross. ¿Qué recuerdas de aquellas instalaciones y cómo se vivió la llegada del Campeonato de Europa de Rallycross?

FG: Yo era muy pequeño cuando acudía al Circuit de Les Planes para ver autocross, primero como Campeonato de Cataluña y cuando mi padre se involucró pasó a ser Campeonato de España y Europa. Por aquel entonces, él ya pensaba en el rallycross, algo absolutamente pionero en nuestro país y por ese motivo se hizo el circuito de Sils, que tenía 2 variantes, según la modalidad, disputando las pruebas del Europeo de ambas especialidades. Estoy hablando de 1986 a 1988, con los Grupo B apartados de los Rallys, pero en pleno apogeo en Rallycross, y los Grupo A de dos ruedas motrices (Volvo 240 Turbo, Ford Sierra RS500, BMW M3, etc.), así que ¡figúrate lo que pude llegar a ver en directo! A su vez yo aprendí a conducir allí, así que guardo unos recuerdos imborrables.

EA: Has competido en innumerables ocasiones en las 24 Horas de Barcelona y también las has ganado. ¿Qué tienen de especial para tí?

FG: El hecho de poder pilotar durante mucho rato y en muchos relevos. Te haces un hartón de conducir, que es lo que realmente me gusta. Y se junta el hecho de que no puedes perder velocidad ni capacidad de concentración, al tiempo que tienes que adaptarte a unas condiciones de pista bastante cambiantes. No hay otra disciplina que se asemeje, así que cuando me preguntan ¿cuál es tu modalidad preferida entre rallys, circuitos y montaña? Realmente todas, porque cada una te aporta y enseña mucho, pero las 24 Horas son un punto y aparte.

Francesc Gutiérrez pasa por la línea de meta del Circuit de Barcelona-Catalunya con el Vortex durante la noche de las 24 Horas de Barcelona del año pasado. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

EA: ¿Qué es lo que más disfrutas de tu faceta de piloto?

FG: Con el tiempo ha ido cambiando, la verdad. Al principio es todo pasión, adrenalina, ganas y percepción de riesgo bajísima, y poco a poco lo vas modelando y adaptando, para, sin perderlo, sacarle más partido, al tiempo que le doy más valor a muchas otras cosas. Los que podemos correr somos privilegiados, por el hecho de ser un deporte caro, y muchas veces no somos conscientes de ello. Con los años hay que ser capaz de cambiar los objetivos y debe predominar el disfrute por encima de la competitividad y, a partir de aquí, es cuando le das el valor real que merece. Evidentemente, para mi conducir y sacarle el máximo provecho al coche, en las condiciones que sean, es lo que más me gusta.

EA: De todos los coches con los que has competido, ¿cuál es el que más te ha gustado y por qué?

FG: Creo que muchos ya me asocian con el BMW M3, por los videos que hay en YouTube, jejeje. Pero es que realmente es un coche de carreras de lo más puro. Muy exigente, rápido, que hay que llevar con firmeza, teniendo las cosas claras y con cero ayudas. Ahí es cuando me siento más a gusto y creo que viéndome conducirlo, con la expresión de la cara, ya hablo. Otro coche que también me gusta mucho es el Porsche 911 GT3 o GT2, da igual, porque tiene una conducción muy particular que, si se le coge el truco, te aporta y enseña mucho.

Francesc Gutiérrez surca la recta de meta del Circuito de Navarra durante la primera cita de este año del GT-CER. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

EA: Además de piloto, eres organizador de carreras y campeonatos. En V-Line Org organizáis el GT-CER, rallyes o subidas de montaña. Y en ocasiones, te toca ser piloto y organizador en el mismo fin de semana. ¿Cómo cambia tu mentalidad para pasar de piloto a organizador, y viceversa?, y ¿cómo te organizas para poder hacer las dos cosas?

FG: Más que me toca, ya pongo bastante de mi parte para que así sea. Pero aunque parezca mentira, de los 14 años de existencia del CER sólo he competido las dos últimas temporadas y la verdad es que ver los toros desde dentro te hace ver detalles que son fundamentales para la mejora del propio certamen. Afortunadamente, cuento con un excelente equipo que me ayuda en todo momento y que me permite poder hacerlo, así que cuando estoy dentro del coche, puedo realmente centrarme en conducir y dar lo máximo para hacer aquello por lo que se ha confiado en mí. Trato de organizarme bien el tiempo para poder atender a todo el mundo y cuando es el momento de conducir, el punto de desconexión es cuando me pongo el mono y casco.

EA: ¿Qué es lo más interesante de tu faceta de organizador?

FG: Tratar de dar aquello que me gustaría que me ofrecieran si sólo fuera a correr. Afortunadamente, cuento con bastante experiencia fuera del país y puedo coger ideas, en todas las disciplinas, para tratar de que la prueba agrade y tenga aceptación. Me ha costado mucho tiempo entender la manera de pensar de nuestro país, mucho más enfocada a rallys y motos en lo que a motorsport se refiere, y bajo esa premisa no hay más remedio que adaptarse. Es una manera de pensar muy distinta a nuestros vecinos y que me sigue costando encajar, porque veo que allí, con poco, la gente corre y se lo pasa en grande, y sin embargo nosotros hemos de tener coches muy potentes para hacer las pruebas más importantes, o de lo contrario nos quedamos en casa.

El ejemplo clarísimo ha sido el Trofeo V-Line con el BMW 325, un coche “barato” y tremendamente divertido, con unos costes de uso bajos, cuya parrilla está entorno a los 5-7 coches. Si esto mismo se hace en Inglaterra, Francia, Italia, etc., no bajarían de 30 coches en parrilla. Y por otro lado, está el Open Oldtimer, un certamen que puedes correr con el coche que te apetezca hasta 1999, sea cual sea su nivel de preparación y en un formato sprint de hasta 4 carreras por fin de semana. En el extranjero, con mucho menos tiempo de pista y un coste de inscripción bastante superior, no bajan de una media de 50 y en cambio aquí… Pues sinceramente, me entristece porque justamente el objetivo que deberíamos perseguir todos, que es correr para disfrutar, no se cumple y lo único que se persigue es ganar. Hay que invertir en nuestro ocio (las carreras de coches) en base a lo que podamos y sacarle el máximo provecho. ¿No es más razonable hacer más carreras con un coche pequeño que tener uno grande aparcado por falta de recursos?

Francesc Gutiérrez junto al resto del equipo que conforma V-Line Org. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

EA: La situación actual provocada por el COVID 19 es bastante complicada de gestionar. Es difícil planificar a futuro porque todo puede cambiar en cuestión de días. ¿Cómo os ha afectado y cómo ves el panorama?

FG: Evidentemente, ha afectado muchísimo y la participación en global ha descendido casi en un 35%, porque está muy claro que ante una situación así el ocio queda en un séptimo plano. El futuro es incierto, en tanto que no sabes si los días previos a la prueba, la administración de ese sitio detecta un brote y decide cancelar los eventos de todo tipo… Así que vamos paso a paso y variando un poco la forma de trabajar. Es bastante agobiante tener una planificación y todo organizado, y estar con un nudo en la garganta hasta dos días antes, pendiente de lo que suceda. Pero una vez más, y como todos, hay que adaptarse.

EA: En Navarra volvieron las carreras, regresó el GT-CER y un piloto proveniente del karting debutó en monoplazas con muy buenos resultados. Hablo de Mari Boya, tu pupilo. ¿Qué nos puedes contar de él? y ¿cómo es trabajar como coach de un piloto tan joven?

FG: Es un chico tremendamente competitivo y autoexigente, en una fase de la vida donde hay que aprender a canalizar ese espíritu para que acabe siendo favorable y te ayude. Es muy rápido y se ha adaptado bien a la F4, en base a los pocos kilómetros que ha hecho respecto a sus rivales, así que estoy convencido de que nos dará muchas alegrías.

Ser instructor es otra faceta que hago con muchísima ilusión, porque es el resultado de aplicar una experiencia personal de más de 30 años en competición en una persona que es una hoja en blanco y que acumula datos a una velocidad vertiginosa. Estuve muchos años haciendo de coach en el programa “Joves Pilots” del Circuit de Catalunya, donde se forjaron pilotos de la talla de Miguel Molina, Dani Clos, Jaime Alguersuari o Dani Juncadella, entre otros. Y, justamente, con Dani fue con el que más trabajé, dado que su padre y su tío (Luis Pérez-Sala) me lo confiaron desde el inicio. Ver ese resultado reflejado en lo que es hoy y todo lo que ha logrado, no deja de ser un orgullo para mí, a la par que me hace muy feliz ver que se ha podido dedicar a aquello que realmente le gusta.

Francesc Gutiérrez es entrevistado en televisión tras bajarse del coche. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

EA: Por último, nos gustaría que nos dijeras cuál es el coche de competición, histórico o no, que nunca has probado, pero te encantaría pilotar.

FG: Uno es imposible, jajaja. Me hubiese encantado probar un Mercedes 190 Evo 2 del DTM, un Ford Sierra RS500 o un Nissan Skyline R32, para poderlos comparar con el BMW M3. Un Ford RS200 en rallyes (jamás me he subido a un Grupo B) o un Porsche GT1. ¿sigo?

Conversar con Francesc Gutiérrez es una auténtica aventura en la que poder aprender innumerables cosas del automovilismo. Es hablar de tu pasión con alguien que no sólo la vive, sino que se gana la vida con ella. En definitiva, es disfrutar de un momento de agradable charla con la música de fondo de los motores empujando el devenir de los coches. Y un grato placer. Le damos las gracias por su tiempo y esperamos volver a intercambiar impresiones pronto. ¡Muchas gracias, Francesc!

Foto de portada: © Pablo López Castillo (elacelerador.com)