El rallycross es una disciplina automovilística que goza de un gran seguimiento en los países del norte de Europa. Noruega, Suecia y Finlandia cuentan con las canteras de pilotos más importantes, y allí se encuentran los circuitos más famosos, con el permiso de Lydden Hill en Gran Bretaña, cuna de la especialidad. Sin embargo, en nuestro país ha costado mucho que consiguiera arraigar. Y todavía es pronto para decir que haya sido así. La llegada del Campeonato del Mundo de Rallycross a Barcelona supuso un impulso para la especialidad, pero es una isla en mitad de un inmenso océano.

Es extraño que se dé esta situación. Por contra, el autocross, que podríamos calificarla como su especialidad hermana, pero que a diferencia de la primera, los circuitos son 100% de tierra, cuenta con una gran afición en España. Especialmente en la mitad norte. Galicia, Aragón y Cataluña son las regiones que en los últimos años más están apostando por este tipo de competición. Pero el rallycross sigue sin despuntar. Y eso, que hace unos cuantos años, ya se intentó.

El rallycross nació en Gran Bretaña el 4 de febrero de 1967, como parte de una prueba espectáculo para un programa de televisión. La idea era que algunos de los pilotos más importantes de rallyes de las islas se dieran cita sobre un circuito mixto de tierra y asfalto para probar sus habilidades al volante de coches de competición. La experiencia fue un éxito, y pronto, su popularidad creció, tanto dentro del archipiélago británico, como fuera de él. Países Bajos y Suecia se sumaron a la fiesta, y la pasión por el rallycross aumentó exponencialmente.

Una de las primeras batallas de rallycross en Lydden Hill, Gran Bretaña, cuna de la especialidad

Se conoce que en España se organizaron carreras de esta disciplina en los años ’70 del siglo pasado. Concretamente, en un circuito construido muy cerca de Málaga, en Campanillas. El empresario sueco Hans Göran Sundberg, afincado en Marbella, impulsó la construcción de un circuito de tierra que contaba con una recta de meta asfaltada, lo que le daba el carácter de circuito mixto. Esta pista se llamó “Circuito automovilístico Costa del Sol” y comenzó a albergar pruebas el 29 de diciembre de 1974. Durante un año, los aficionados malagueños pudieron disfrutar del espectáculo de las carreras sobre tierra, hasta que el 28 de diciembre de 1975, el circuito vio su última carrera.

Algunos años después, un entusiasta del motor decidió apostar muy fuerte para traer la mayor competición internacional de rallycross a nuestro país. Era 1987 cuando Paco Gutiérrez, máximo responsable de la Escudería Girona, consiguió colgar el cartel de “no hay entradas” en el impresionante Circuito de Sils. Las bestias del Campeonato de Europa de Rallycross habían llegado y querían quedarse. Pero antes de todo esto, hubo una serie de procesos que hubieron de llevarse a cabo.

Recorte de prensa de la época mostrando las carreras celebradas en el trazado de la Costa del Sol, en Campanillas (Málaga). Foto: José Francisco Muñoz

Las carreras sobre circuitos de tierra se habían convertido en un espectáculo con gran afluencia de público en algunas zona de nuestra península. Todo comenzó con los llamados “Pop Cross”. Citroën puso en marcha, con la colaboración de entidades y asociaciones deportivas del motor, un campeonato que se disputaría con el reconocido modelo 2CV sobre pistas de tierra. El nombre de la categoría vino a colación por el propio modelo de horarios que tenían las pruebas. Entre cada manga, un grupo de música salía a amenizar la espera, mientras pilotos y coches se preparaban para el siguiente asalto. La música “pop” estaba en auge, y el nombre se quedó.

Aquellas pruebas de Pop Cross celebradas en el circuito de Les Planes, oficialmente llamado “Els Peluts”, en el municipio gerundense de Amer, fueron el embrión de la idea que le surgió a Paco Gutiérrez. Puede que fuera en alguno de los viajes que realizó a Inglaterra cuando descubrió en persona el rallycross. Pero el circuito de Les Planes no podía utilizarse para ello. De hecho, la pista se estaba quedando pequeña para las competiciones, cada vez de mayor envergadura, que se venían realizando. Había que buscar una localización para un nuevo trazado. Y esta vez, además de autocross, serviría para rallycross.

Anuncio de prensa de las carreras de Popcross en el Circuit Els Peluts

Un terreno en Sils, propiedad del RACC, fue el lugar escogido. En 1981 se inauguró el nuevo circuito, únicamente con superficie de tierra. Hubo que esperar algunos años para que el asfalto se dejara ver, permitiendo que el rallycross tomara las instalaciones por primera vez. El 1 y 2 de noviembre de 1986, tras las obras de adecuación, se celebró el I Rallycross de Sils como una prueba aislada de cualquier campeonato. Una especie de aperitivo para lo que llegaría al año siguiente. Y es que la Escudería Girona, con Paco Gutiérrez a la cabeza, estaba en contacto con la ERA (European Rallycross Association) para que una prueba del Campeonato de Europa de Rallycross se celebrara en Sils.

Foto de portada: © Francesc Gutiérrez

 

La primera parte de este reportaje termina aquí. En el segundo capítulo tratamos la historia del circuito de Sils, pieza clave del rallycross en nuestro país, entre 1986 y 1989.