Cuando el viernes por la mañana arranque la primera etapa especial de la Baja Aragón 2019, dará comienzo una nueva edición de una de las carreras más duras y de mayor renombre de nuestro país. Y del mundo, pues la prueba que se celebra por la estepa aragonesa puede presumir de atraer a los grandes nombres de los rallyes todoterreno. Los mismos que año tras año se juegan el tipo en el Rally Dakar, meses antes visitan nuestro país para poner a punto cuerpo y máquina en un paisaje tan agreste como el de la antigua cita africana.
Y todo esto sin dejar de lado la competición, pues la Baja Aragón se disputa como si no hubiera otra carrera después. Ganar en la llanura de Teruel o en el desierto de los Monegros tiene una gran importancia. Es muy valorada la dificultad que entrañan los caminos y pistas que atraviesan estas zonas, y vencerlos contra el reloj hace de quien lo consigue merecedor de todo el reconocimiento.
Los inicios de esta competición se remontan a principios de los años ’80 del siglo pasado. Por aquel entonces, el París-Dakar era uno de los acontecimientos automovilísticos por antonomasia. Poco a poco se había ganado un hueco hasta convertirse en la prueba estrella de los rallyes todoterreno y off-road. Así que unos cuantos entusiastas franceses y españoles, vieron las posibilidades del desierto de los Monegros para la disputa de una carrera, que aunque fuera de menor distancia, tuviera similares características técnicas.
Con el empuje de François Vincent y Carlos Gracia, presidente por aquellos tiempos de la Federación Aragonesa-Riojana de Automovilismo, nació la Baja Aragón, una carrera de 1000 Km. que los participantes deberían realizar durante un par de días. Las altas temperaturas y la gran cantidad de polvo que desprenden los caminos aragoneses, han hecho de esta una de las carreras más difíciles de la especialidad. Una especie de mini Dakar.
Como en otras pruebas de tipo Baja o Raid, además de coches participan motos y camiones. Y en los últimos años, los quads y UTV han ido haciendo acto de presencia. La Baja Aragón ha formado parte, desde hace años, de la Copa del Mundo de Rally Cross Country. Con la separación de los Raid y las Bajas en dos campeonatos distintos, la prueba ha pasado a formar parte de la Copa del Mundo de Bajas, bajo el amparo de la Federación Internacional de Automovilismo. Además, puntúa para el Campeonato de España de Rally Todo Terreno.
La edición de 2019 va a contar con cuatro etapas especiales, que juntas, sumarán más de 900 Km. de recorrido. De ellos, medio millar serán válidos en la batalla contra el crono. Una lucha que se desarrollará durante el viernes y el sábado, dos días de actividad frenética en el parque de asistencia de Teruel. Y, por supuesto, en las pistas por las que pasarán los 136 coches, 9 camiones, y 70 motos y quads que buscarán el triunfo.
Entre los nombres más destacados que aparecen en la lista de inscritos, figuran los de Martin Prokop, Orlando Terranova, Bernhard Ten Brinke o el español Nani Roma (copilotado por Álex Haro). Además de él, serán varios los pilotos de nuestro país que se enfrenten a la dureza de la Baja Aragón. Entre ellos, destacan Gerard Farrés, que contará con Armand Monleón como copiloto de su Can-Am; Jesús Calleja, que junto a Fernando López, pilotará uno de los Toyota Hilux semioficiales; y Cristina Gutiérrez, copilotada una vez más por Pablo Moreno. La burgalesa competirá bajo el amparo de Mitsubishi España con el Eclipse Cross que ya pilotó en el pasado Rally Dakar.
Será la cuarta prueba de la presente temporada de la copa mundialista organizada por la Federación Internacional de Automovilismo, tras las citas de Rusia, Dubai e Italia. Tapio Lauronen se llevó la cita rusa, antes de que Jakub Przygonski y Orlando Terranova ganaran las dos siguientes. Sin embargo, ninguno de ellos lidera la clasificación general. Es Vladimir Vasilyev, que con dos segundos puestos y un cuarto, encabeza la tabla.
Las tierras del sur de Aragón serán un año más el escenario perfecto para una nueva batalla sin piedad en medio del polvo y la tierra. La potencia de unas máquinas controladas por las férreas manos de sus conductores, darán el espectáculo idóneo a unos aficionados ávidos de emociones fuertes que agolparán los laterales de las pistas y caminos. Sin duda, la mejor manera de disfrutar del espectáculo del Rally Dakar cerca de casa.