En 2007, una empresa española dedicada a la competición estrenó el que fue su nuevo coche para participar en las carreras de GT. SunRed presentó el nuevo SR21, un prototipo concebido para luchar de tú a tú con los principales protagonistas de las carreras de resistencia y Gran Turismo en Europa. Para ello, el equipo liderado por Joan Orús trabajó con todas las herramientas que tenían a su disposición para concebir una máquina única.
Durante unos cuantos años, SunRed (abreviado a partir de Sun Race Engineering Development) participó en diversos campeonatos de turismos, resistencia y GT, pasando a colaborar estrechamente con Seat Sport en aquellas competiciones donde el fabricante español tenía un pie puesto. Así, prepararon el Cupra GT de la marca de Martorell para participar en el Campeonato de España de GT y entraron en el Campeonato del Mundo de Turismos con los León privados. Cuando Seat abandonó el certamen, SunRed continuó poniendo en pista los coches que hasta entonces habían sido oficiales.
Además de un equipo de carreras, SunRed aspiraba a convertirse en un constructor de coches de competición. Con la experiencia adquirida en la preparación del Cupra GT, se lanzaron a la aventura de desarrollar su primer modelo propio. Contactaron con el motorista británico Judd para que les suministrara un tren motriz apropiado y tomaron el prototipo Hispano Suiza HS21-GTS como base sobre la que trabajar. Meses después, el flamante SunRed SR21 cataba por primera vez el asfalto de un circuito de carreras.
La empresa trató de fabricar el coche desde cero, pasando por todas las etapas. De esta manera, planificaron desde el principio cada uno de los pasos que debían dar antes de la concepción de las primeras piezas. Y lo mismo una vez que la máquina estuvo lista para ser ensamblada y preparada para ver la luz. Se basaron en la normativa GT2, y aunque el vehículo no podía considerarse como tal al no ser una producción en serie, sí tuvo las mismas características técnicas que cualquier otro automóvil bajo esa reglamentación.
El SunRed SR21 contaba con un chasis tubular de acero y carrocería fabricada en fibra de carbono que daba un cuerpo con unas dimensiones de 4,920 metros de largo por 2 metros de ancho, con una distancia entre ejes de 2,720 metros. Equipaba suspensiones independientes de doble horquilla y montaba un motor Judd V10 atmosférico de 4,0 litros colocado en posición central, capaz de desarrollar 500 CV de potencia. El propulsor había sido concebido para su uso en monoplazas de Fórmula 1 y se recibía en las instalaciones de SunRed, donde los ingenieros lo montaban y le acoplaban la caja de cambios Hewland, secuencial de seis velocidades.
La masa total de todo el conjunto era de apenas 1050 Kg. La clave para conseguir un peso tan bajo fue el uso de algunos materiales extremadamente ligeros y resistentes. Materiales que por aquel entonces todavía no eran tan comunes en los coches deportivos de producción. Además de fibra de carbono, presente de manera general en todo el conjunto, los ingenieros creyeron oportuno usar aluminio y magnesio en ciertas partes para aliviar carga sin poner en riesgo la rigidez; así como diferentes resinas compuestas.
Su debut en competición se produjo aquel año de 2007 en el International GT Open. SunRed puso en pista el GT dentro de la categoría GTA del certamen europeo con base en España. Juan Ramón Zapata, Peter Terting, Jordi Gené, Víctor Fernández, Lluís Llobet y Ernesto Viso fueron los encargados de pilotar el coche de la estructura de Joan Orús. José Manuel Pérez-Aicart y Óscar Fernández se sumaron al equipo al año siguiente, con dos SR21 en competición, el de Pérez-Aicart – Fernández y el de Lluís Llobet y Víctor Fernández.
En 2009, Matteo Cressoni sustituyó a José Manuel Pérez-Aicart, manteniéndose en la alineación el resto de pilotos. Los resultados en estos tres años no fueron espectaculares, en líneas generales, a pesar de conseguir algunos podios. El coche tenía potencial, pero los equipos que ponían en pista los Ferrari, Porsche o Aston Martin, sus rivales y grandes protagonistas de las carreras en las que el SR21 participaba, ya estaban implantados, y contaban con alineaciones oficiales y cierto apoyo de las marcas. Era extremádamente difícil plantarles cara y luchar de tú a tú en igualdad de condiciones. Así que decidieron dar un paso más y evolucionar el SR21 de manera que en 2010 tuvieran un coche nuevo y con mayores prestaciones.
Jordi Gené y Fernando Monje fueron los encargados de pilotar el nuevo SunRed SRX, a los que se sumaron de manera puntual Pol Rosell y Alberto Castello. Se estrenó a final de temporada, y únicamente compitió en Monza y Montmeló. Se prepararon para 2011, pero los resultados siguieron sin ser los deseados. SunRed se centró en otras labores relacionadas con la competición, mientras que el SR21, el gran sueño de un grupo de ingenieros, pasó a ser uno de tantos coches de competición olvidados por el gran público.