Durante los entrenamientos oficiales de pretemporada del Campeonato del Mundo de Resistencia que se disputaron la semana pasada en el Circuit de Barcelona-Catalunya, tuvimos la ocasión de hablar con Miguel Molina. El piloto de Lloret de Mar, es uno de los hombres de Ferrari en las carreras de GT en las que compiten los coches de la marca italiana. Además, compitió durante varios años en el DTM, siendo el primer español en conseguir ganar una carrera del certamen alemán.
Destinado en el equipo AF Corse, responsable de poner en pista los Ferrari de categoría GTE Pro en el WEC, nos comenta que su participación durante toda la temporada, no está decidida. “Para el mundial de resistencia está todavía por confirmar. Llevo tres años siendo el tercer piloto en las carreras largas del WEC. Y para este año, hay que ver como evolucionan las coincidencias de fechas con la Fórmula E y la situación de Sam Bird”, quien, recordemos, compite en el certamen eléctrico.
“Hasta que no se sepa, está todo en el aire. Creo que hay muy buenas posibilidades, estoy haciendo el trabajo que toca, y pienso que eso podría llegar. Pero hasta que no me lo confirmen, no se sabe”, concede el piloto catalán. El mismo que está haciendo una campaña excepcional en varios campeonatos de GT a nivel mundial. “De tres campeonatos que hago, voy primero en dos y en otro, segundo. Así que las cosas van bien. Eso demuestra que estamos a un buen nivel. Que el coche va muy bien, independientemente del equipo que lo gestione. Estoy en un buen momento, y quizás ahora sería la mejor oportunidad para hacer el año completo en el WEC.”
Además, cree que su compañero en AF Corse, Davide Rigon, es alguien con el que se trabaja muy bien, y que tras varios años compartiendo asiento, la relación entre ambos es lo suficientemente buena como para que ello se traduzca en buenos resultados en la pista. “La suerte que tiene Davide es que es muy fácil trabajar con él. Es una grandísima persona, nos llevamos muy bien y nos compenetramos bastante. Llevamos ya tres años juntos haciendo las Blancpain, y realmente hay una buena conexión. Es algo que se demuestra en pista”, considera Molina.
Sobre el rendimiento que pueden tener en la nueva temporada del WEC, nos cuenta que “siempre va a estar condicionado por el BoP. Porsche ha sacado un coche nuevo este año, entonces no sabemos hasta qué punto pueden ir bien. Estarán delante, porque lo han estado siempre, pero como demostramos en Le Mans, hemos dado un paso adelante y creo que podemos estar ahí luchando. Espero poder confirmar pronto que estemos en el campeonato, pero si no, creo que mis compañeros harán un gran año, porque el coche va muy bien. Y, sobretodo, hay una buena base y se están haciendo las cosas bien. Se está mejorando mucho a nivel personal, y también a nivel de equipo, y eso está dando sus frutos.”
Respecto a los test, hablamos de las altas temperaturas que azotan durante el verano a Europa. Barcelona no ha sido ajena a ellas, afectando de manera importante a este Prologue del Campeonato del Mundo de Resistencia. Molina coincide con lo que nos contó Gianmaria Bruni, en que el calor tan extremo no les ayuda porque no hay ninguna carrera en la que se llegue a esos niveles, pero sí les puede aportar algunos datos. “Yo creo que no llegaremos a estas condiciones tan extremas en todo el año. Pero bueno, también ves el estrés máximo de los coches y los neumáticos. Así que algunas conclusiones podemos sacar”, considera el piloto gerundense.
Aunque las carreras de GT y resistencia son su actual lugar de trabajo, le preguntamos sobre un posible regreso al DTM. “Bueno, yo siempre lo he dicho. Estuve siete años en el DTM y fue una gran época deportiva. Sí es cierto que se echa un poco de menos conducir el coche. Porque sus prestaciones eran muy altas y disfrutábamos mucho conduciéndolo. Después hay otros aspectos, que lógicamente, quizás no compartes del todo. Cuando entró el equipo que entró nuevo este año, tuve conversaciones con ellos, pero al final no nos pusimos de acuerdo.”
“Pero bueno, la opción siempre puede volver, ¿por qué no? No me gusta cerrar ninguna puerta. No la cerré en ningún momento cuando salí de Audi. El DTM está en un momento complicado. Lo que más me gustaría sería volver a conducir el coche otra vez. Y más ahora, que se ve que las prestaciones han subido y con los motores turbo hay más potencia. Eso es algo que está muy bien y me gustaría probarlo”, sentencia el catalán.
Volviendo al mundial de resistencia, hablamos sobre el futuro de un campeonato que afronta su última temporada con la normativa actual en la categoría máxima, LMP1. La llegada de los Hypercars marcará una nueva época que buscará recuperar las batallas entre fabricantes. Miguel Molina considera que hay que esperar a ver como evoluciona todo. “La verdad es que no sé como está la situación. No nos han comentado mucho al respecto. Sé que hay marcas interesadas y otras que lo han estado pero ya no lo están.”
“Es un poco complicado. Va a ser difícil gestionarlo todo. Porque hay equipos, como Toyota, que están gastando 200 millones y reducirlos a 30 o 40 millones no va a ser un problema para ellos, pero para nosotros, que quizás no llegamos a esos presupuestos, sería un problema. Está un poco en el aire, y habrá que ver como evoluciona”, declara Molina, a quien le encantaría pilotar esos coches si se diera la oportunidad. Si Ferrari decidiera dar el salto y a él le dieran a elegir entre el Hypercar o el GT, tiene muy clara la decisión. “Lógicamente, me gustaría estar en un Hypercar. No hay ninguna duda.”
Tras unos minutos de agradable conversación en la parte de atrás del garaje de AF Corse, mientras los mecánicos e ingenieros iban preparando todo lo necesario para el inicio de la sesión de entrenamientos del segundo día, nos despedimos de Miguel Molina. Le deseamos mucha suerte en su futuro y ojalá que pueda confirmar su presencia en el WEC a tiempo completo. ¡Muchas gracias, Miguel!
Foto de portada: © Pablo López Castillo (elacelerador.com)