La escalera hacia la Fórmula 1 cuenta con varios de nuestros pilotos en varios de sus peldaños intermedios, trabajando por alcanzar el gran objetivo. Con apenas dos temporadas en monoplazas a sus espaldas, el aranés Mari Boya afronta su segundo año en el Campeonato de Europa de Fórmula Regional, bajo el paraguas de Alpine, a la caza de los grandes. Tras su paso por la Fórmula 4 española y su estreno en la FRECA, Boya se ha convertido en uno de los favoritos con su fichaje por ART Grand Prix.
La estructura francesa es una de las más potentes del panorama internacional, ostentando el título de campeones de pilotos en el certamen continental. Con presencia también en Fórmula 2 y Fórmula 3, el equipo francés ha confiado uno de sus Tatuus T-318 en el piloto catalán, quien el año pasado tuvo un debut complicado al volante de un nuevo monoplaza totalmente desconocido. Aún así, fue el mejor de su por entonces equipo, Van Amersfoort Racing, sumando un podio en la ronda celebrada en el Circuit Ricardo Tormo de Valencia.
El de Les, con varios títulos nacionales de karting a la espalda -en varias categorías- que le acreditan una exitosa carrera previa a los monoplazas, consiguió la segunda plaza final en el Campeonato de España de Fórmula 4 en 2019, luchando hasta el final por la corona en su primera temporada en la disciplina, con tres victorias, una en Jerez de la Frontera y dos más en Alcañiz. Las de Motorland Aragón fueron, a la postre, claves en la consecución del subcampeonato.
Con todo este bagaje, especialmente el del año pasado, Boya afronta una temporada 2022 que es la de su consolidación y debe ser la que le permita ir al asalto del título de la Formula Regional European Championship by Alpine. Si bien es cierto que los tiempos en los entrenamientos de pretemporada no han sido llamativos, sí lo es su progresivo avance en cuanto al entendimiento del coche. Aunque todos los monoplazas son del mismo modelo, la construcción de los mismos provoca ciertas diferencias, que se acusan más cuando se trata de una unidad nueva.
Mari Boya estrenó un nuevo chasis Tatuus de ART Grand Prix de cara a la primera ronda de test en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Sobre el asfalto de Montmeló, pudo realizar los primeros ajustes en el reglaje de un coche cuya juventud fue un primer escollo a la hora de conseguir registros notables en pista. Trabajando pulcramente durante esos dos días, Boya logró capitalizar su experiencia en otros equipos para mejorar sus prestaciones y conseguir estar a la par en las pruebas celebradas en el Circuit Paul Ricard.
A base de realizar diferentes configuraciones y pruebas, Boya ha ido mejorando su ritmo en pista, concluyendo los test en Monza con la vista puesta en la temporada que le espera. Desde el principio, su rendimiento y sus resultados serán comparados con sus compañeros de equipo. Sin embargo, ahí estará el fuerte de un piloto que ha demostrado su capacidad de aprendizaje y asimilación durante la temporada.
Mari Boya cuenta además con el apoyo de varios profesionales en el desarrollo de exitosas carreras deportivas con los que trabaja a diario. Por una parte, con el empuje de las sabias manos de Monlau Motorsport; por otra con las de Abel Roig, su fiel consejero durante las largas jornadas de trabajo; y, por supuesto, con la inestimable experiencia de su mentor, Francesc Gutiérrez. El mejor equipo para lograr los altos objetivos que tiene puestos en la mirilla, tanto para esta temporada como para las próximas en las que ir a la caza de los grandes.
Con una de las pocas mecánicas que le pueden dar la oportunidad de luchar, Mari Boya tiene por delante diez citas para seguir demostrando que es uno de los mejores talentos de la parrilla. Un diamante en bruto que está escogiendo su propio camino para alcanzar el sueño de estar en unos años en la cúspide de la escalera. El circuito de Monza marcará el inicio del asalto al Campeonato de Europa de Fórmula Regional los próximos 23 y 24 de abril.
Foto de portada: Media FRECA | © 2022 Xavier Bonilla / Dutch Photo Agency.