El campeonato organizado por Stephane Ratel, el Blancpain GT World Challenge, es ahora mismo el más importante a nivel mundial en lo que a coches tipo GT3 se refiere. Estos coches, de alrededor de 500 cv, son una de las categorías más de moda ahora mismo y todos los campeonatos que los acogen, gozan de un buen espectáculo en carrera.
El organizador de los certámenes de Blancpain Series, SRO Motorsport Group, ha apostado fuerte por las carreras de coches de estilo “Gran Turismo”, y los GT4 y en especial los GT3 son la punta de lanza de sus certámenes. Pero Ratel busca un futuro todavía más brillante y ya esta temporada, ha apostado por un reglamento ya conocido pero cada vez más escaso sobre el asfalto. Los GT2 han vuelto, más o menos, pues el reglamento aerodinámico es más bien el de un GT4.
Audi presentó hace unos meses su contendiente para esta empresa: su R8 LMS GT2. Más tarde, Porsche se sumó a la fiesta con su versión del 911 para la ocasión y se sabe que hay otro fabricante preparado para desvelar a otra bestia para competir bajo reglamento GT2. En el caso del coche de la marca de los cuatro aros, una toma de aire para mejorar la refrigeración del motor, domina sobre el techo. Un alerón más alto y sencillo se encarga del agarre en la parte trasera, y el agresivo frontal dibuja una enorme boca con el nombre de la bestia en una posición privilegiada. En el caso de Porsche, varios de los 911 GT2 RS Clubsport que competirán la próxima temporada, se enfrentaron en una carrera monomarca de demostración, en las pasadas 24 horas de Spa, con una buena acogida.
Se trata de modelos derivados de calle, igual que en el caso de los GT3, pero con algo más de libertad en cuanto a motor. Se permite más potencia para llegar hasta los 700 cv, lo que les da una mayor velocidad. Pero a la vez, se limita el rendimiento aerodinámico, lo que lastrará su paso por curva. Con todo, se espera un tiempo por vuelta similar a los GT3 pero más condicionado por cada trazado.
En trazados de carga aerodinámica, como puede ser el mismo Circuit de Barcelona – Catalunya, los GT3 teóricamente sobresaldrán debido a una mejor aerodinámica; pero en trazados como Monza, en los que prima el motor, los GT2 plantarán batalla con su mayor potencia. Así que habrá que esperar a ver como se desarrolla el proyecto y si acaban por compartir el asfalto. De momento, en la cita de Montmeló, el Audi R8 LMS GT2 pilotado por James Sofronas, consiguió un podio en la primera carrera y una buena actuación en general durante el fin de semana.
La idea inicial del promotor es que ambas reglamentaciones compitan juntas en el campeonato de Sports Club, enfocado a los “gentleman drivers”. De esta forma, los pilotos que opten por competir en esta categoría podrán decidir con cual de estos reglamentos lo hacen. Aunque, según el mismo Stephane Ratel, existe la posibilidad de crear otro campeonato solo de GT2 si la convivencia entre ambos reglamentos no fuera posible.
Para este fin de semana se esperaba la presencia también del Porsche 911 GT2 y de otra marca que debía darse a conocer en esta cita. Finalmente, ninguno de los 911 ha aparecido y la tercera marca ha hecho saber al organizador que su programa de desarrollo para su nuevo GT2 se ha retrasado más de lo esperado, cosa que ha supuesto una cierta decepción por parte de los que esperaban ver a los nuevos coches.
La próxima temporada podremos ver a este nuevo concepto por las diferentes citas del certamen, y se espera que se vayan implementando en otras series a medida que se vayan sentando sus bases. No son los viejos y costosos GT2, pero son una buena forma de revivir el espiritu de esas bestias de principios de los años 2000.
Foto de portada: © Sergi Merino Navarro (elacelerador.com)