En los últimos días, hemos visto como los equipos preparan ya el Rally de Suecia 2022. No faltará la nieve y se espera que la prueba suponga todo un desafío. No solo para los pilotos, también las monturas pueden sufrir con los nuevos sistemas híbridos y las bajas temperaturas. Pero no fue un problema técnico lo que impidió a Petter Solberg pilotar en la última etapa de la edición de 2011.
Por aquel entonces, Petter era uno de los nombres potentes del campeonato. Era la época Loeb, y Solberg era uno de los que intentaba hacer sombra al intratable piloto francés. El certamen de 2011 lo inauguraba la prueba nórdica, que se disputaba íntegramente sobre nieve. Y era, precisamente, el estreno del denominado “Power Stage” en el campeonato. El tramo, que otorga puntos extra a los más rápidos, se disputa al final del último día. Y al ser también la primera vez que se llevaba a cabo, cobraba incluso más importancia.
Pero Petter Solberg se iba a quedar sin pilotar en él. Estuvo en el tramo, pero no fue él, el que conducía su coche: le habían retirado el permiso de conducir. El rally constaba de más de 350 quilómetros de tramos cronometrados, pero solo 4,17 km conformaban la última etapa. Un tramo más bien de espectáculo en el que todos los pilotos esperaban pasarlo bien y cerrar el rally de la mejor forma posible.
Pero Petter, seguramente más pendiente de la batalla en los tramos que de lo que acontecía fuera de ellos, perdió de vista el cuenta-kilómetros. Y le pillaron a 112 km/h fuera del tramo cronometrado, en una zona limitada a 80 km/h. Suecia es famoso por su estricto código de circulación. Y a Solberg le retiraron el permiso de conducir. La sanción se hacía efectiva 48 horas después de los hechos. Por lo que el noruego pudo seguir disputando los tramos siguientes.
Antes de la última etapa, marchaban quintos de la general. Pero Sébastien Loeb se acercaba peligrosamente, y debían mantener la posición. El problema era que justo se cumplía el plazo de la sanción, por lo que, al inicio del último tramo, Solberg no podía pilotar su coche. El reglamento establece que el piloto debe contar con un permiso de conducir válido, y a él se lo acababan de retirar.
Al final, tuvo que ser su copiloto Chris Patterson el que se sentó tras el volante y disputó la última etapa, con Petter Solberg en el asiento del miedo. Aun así, consiguieron mantener un buen ritmo y terminar con un tiempo que les permitía mantener la quinta posición en la clasificación final del rally, por delante del temido Loeb. Fueron Mikko Hirvonen y Jarmo Lehtinen los que se llevaron la victoria, pero seguro que muchos ojos estaban centrados en el Citroën DS3 WRC que pilotaba excepcionalmente Patterson. Con un resignado Solberg a su derecha.
Estamos seguros que, años después, Petter y Chris recuerdan esa Power Stage como una anécdota más. Pero lo cierto es que todos sus planes se debieron trastocar cuando la policía les multó esa noche del viernes del Rally de Suecia, hace once años. Pues, aunque durante un rally veamos a los pilotos volar en los tramos, las mismas leyes se aplican para ellos fuera de las zonas de competición, e incumplirlas tiene consecuencias. Aunque te llames Petter Solberg.