Durante los días 9 y 10 de abril, la FIA Formula 3 ha llevado a cabo en Montmeló los test de pretemporada para el nuevo curso 2019. Las del circuito barcelonés son la segunda tanda de pruebas de las que disponen los equipos para preparar sus coches, siendo la primera toma de contacto en el circuito francés de Le Castellet. Para los días 17 y 18 de este mismo mes están programados otros dos días de test, esta vez en el circuito de Hungaroring, en Hungría.
No hay cambios respecto a pilotos entre los dos test, y los equipos encaran la nueva temporada con cierto aire de novedad a causa del cambio de denominación, que pasa de GP3 a F3 en un nuevo movimiento de la FIA para construir esa escalera para que las jóvenes promesas del automovilismo puedan llegar a la tan ansiada F1.
La F3 es una de esas categorías teóricamente inferiores que hay que tener en cuenta. Con chasis y motores comunes para todos los equipos, se trata de un buen campeonato para que los pilotos pongan a prueba sus manos sin depender tanto, en teoría, de tener o no un buen coche. Según la Federación Internacional de Automovilismo, es una perfecta escuela para preparar a los pilotos para categorías superiores y, la verdad sea dicha, la parrilla actual rezuma talento, juventud y ambición.
Pilotos como Bent Viscaal, Leonardo Pulcini o Robert Shwartzman competirán en la pista a bordo de chasis Dallara propulsados por motores V6 de 3400 cc y 380 cv que recuerdan, con su sonido atmosférico, a otras épocas y se alejan de sus hermanos turbo-alimentados de categorías superiores. Aún estando por debajo de F1 y F2, estos monoplazas pueden superar la barrera de los 300 km/h, así que siguen siendo coches muy rápidos que ofrecerán buenas carreras al espectador. Esta nueva categoría hará de soporte a la categoría reina, junto con la F2, en ocho de sus citas, disputándose un total de 16 carreras.
El martes transcurrió con cierta tranquilidad en la pista. Los tiempos fueron bajando durante la mañana y para el parón del mediodía el piloto más rápido había sido Leonardo Pulcini, del equipo Hitech Grand Prix, parando el crono en 1:33’007, que sería el mejor tiempo del día. Por la tarde la aparición de la lluvia, hizo que hubiera más salidas de pista, pasadas de frenada y los tiempos bajaron en general. Con el asfalto mojado los equipos pudieron probar en condiciones de lluvia, así que la actividad en pista siguió a pesar de la meteorología. Al final fue Felipe Drugovich el que marcó el mejor tiempo de la sesión vespertina cuando la pista se fue secando, con un tiempo de 1:33’284.
El sol volvía a brillar cuando los motores empezaron a rugir la mañana del miércoles. Los equipos se lo tomaron en calma durante los primeros minutos para seguir con sus programas de trabajo, siendo el piloto de Campos Racing, Alexander Peroni el piloto a seguir durante las primeras horas. Hasta en cinco ocasiones aparecía la bandera roja a lo largo de la mañana, lo que interrumpía el ritmo de los equipos. Sin embargo, cuando quedaban pocos minutos para terminar la sesión, Pulcini marcaba de nuevo el mejor tiempo rebajando en casi ocho décimas su registro del día anterior.
Ya por la tarde la sesión transcurría sin demasiados contratiempos y los equipos se dedicaban a las tandas largas para acumular vueltas. La lluvia volvió a aparecer al término de la sesión mientras algunos probaban salidas al final del pit lane y la sesión terminó con ensayos de salida en la recta principal bajo otro chaparrón primaveral. El más rápido de la tarde fue Lirim Zendelli con tiempos significativamente más lentos que los de la mañana debido al programa de tandas largas que se llevaban a cabo en todos los equipos.
La F3 viajará ahora a Budapest para seguir con los test de cara a una nueva temporada, que arrancará el 10 de mayo en el mismo Circuit de Barcelona-Catalunya, coincidiendo con el Gran Premio de España de F1. Los pilotos seguirán su trabajo en Hungría para estar preparados para un campeonato que promete estar muy reñido.
Foto de portada: © Sergi Merino Navarro (elacelerador.com)