Hace ya unos años que el estadounidense Ken Block publicó la primera de sus famosas “Gymkhana”. Youtube se ha convertido en la plataforma que le ha lanzado a la fama más allá de su carrera como piloto de rally, consiguiendo que millones de personas vean sus piruetas. Y lo que empezó como un vídeo del piloto deslizando un Subaru Impreza por un aeródromo, mientras el incombustible Travis Pastrana hacía de las suyas sobre su moto, ha acabado por convertirse en una enorme franquicia que lleva más de 550 millones de visitas en Youtube y, sobre la cual, Amazon Prime ha hecho una serie.
Block, cofundador de DC Shoes, invirtió la fortuna conseguida con la marca de calzados en conseguir un coche preparado y apuntarse a una escuela de pilotos. Empezó corriendo en pruebas regionales y pronto demostró ser rápido. Con el apoyo de Pastrana logró meterse en los X Games de 2006, en los que logra el bronce. Paso a paso fue subiendo escalones hasta que en 2010 entró a competir en el WRC con Ford, alternando el campeonato mundial con el Rally America, en el que ha cosechado sus mayores logros. En 2013 acabó en decimotercera posición en la general del WRC, siendo esta su mayor actuación en esta competición.
El americano no fue especialmente competitivo en el mundial, pero le valió para cosechar patrocinadores y apoyos para lo que realmente le hace destacar. En sus vídeos realiza maniobras imposibles a bordo de coches con hasta 1400 cv en el caso del Hoonicorn V2, un Mustang de 1965 con tracción integral y alimentado con metanol. En ellos han aparecido, a parte de la bestia antes mencionada, dos Subaru Impreza, varios Ford Fiesta con mas de 600 cv, su Escort Cosworth “Cossie” reconstruido y el Focus RS que usaba en el WRX con el equipo Hoonigan.
Además, en su última aparición, Gymkhana TEN, se le ve conducir el Ford Fiesta con el que Ogier ha conquistado el título mundial este año, y una camioneta Ford F150 construida especialmente para la ocasión. La camioneta, conocida como “Hoonitruck”, es otra creación a la carta para que Block pueda quemar rueda sin piedad: Monta el mismo V6 que los Ford GT que participan en Le Mans y desarrolla la friolera de 914 cv, que se transmiten a las cuatro ruedas.
Con herramientas de este calibre no es de extrañar que consiga engancharnos a la pantalla con sus piruetas por grandes ciudades y otros espectaculares escenarios. La base es sencilla: Un coche potente, ruedas quemadas, saltos, derrapadas y un poco de imaginación. Durante unos minutos es capaz de sacar al espectador una sonrisa al ver su coche saltar por las empinadas calles de San Francisco, derrapar delante de un tren en movimiento o encadenar donuts alrededor de un amigo suyo. Sea como sea, Ken parece tener un toque mágico para esto.
Sus vídeos siguen siendo una buena forma de dejar salir nuestra parte más pasional. Disfrutar del ruido, el humo de los neumáticos y los fogonazos saliendo de un tubo de escape es lo que, aunque a veces nos cueste admitirlo, hace que muchos de nosotros nos hayamos enganchado al mundo del motor. A veces, vale la pena que el niño que llevamos dentro pase un buen rato con este tipo de espectacularidad visual, ¿no creen? Eso sí, por muy bonito o fácil que parezca, no lo intenten en casa.