El Campeonato del Mundo de Rallycross vivió un emocionante día en el nuevo circuito de Hong Kong, un escenario espectacular que se ha convertido en el centro de atención por la magnificencia del escenario que lo rodea. Con gravilla suelta que desafiaba a los pilotos en cada vuelta, la pista estaba lista para una jornada llena de batallas y acción trepidante, en una pista que pronto se demostró que evolucionaba rápidamente a cada paso de los Zeroid X1.
La emoción era palpable. Nuevo circuito, algunos pilotos nuevos en el campeonato y un título mundial que podía decidirse en esta jornada. Y Johan Kristofferson, quien aspiraba a ese título mundial, su sexto, no dejó pasar la oportunidad de hacerse con la gloria a pesar de encontrarse con algunas dificultades y una fuerte guerra para evitarlo a lo largo de la jornada. Especialmente en la final, en la que los problemas mecánicos dejaron sin opciones al piloto sueco.
La Heat 1 nos brindó una clara lección: la “pole” no era necesariamente la mejor posición de salida. Kevin Hansen y Niclas Grönholm se alzaron como vencedores en sus respectivas carreras, demostrando que la salida por la parte exterior de la pista podía marcar la diferencia. Kristofferson se situó en la segunda posición tras tener que pelear toda la carrera, mientras que Klara Andersson se quedó en el tercer lugar en los tiempos de la manga.
La historia se repitió en la Heat 2, esta vez con Grönholm como el piloto más rápido, seguido de cerca por el todavía pentacampeón Johan Kristofferson. Ole Christian Veiby se destacó como el más rápido en la segunda carrera de la manga, aprovechando su experiencia en este tipo de condiciones a bordo de los coches del Mundial de Rallys. Klara Andersson y Mikaela Åhlin-Kottulinsky sufrían daños en sus coches tras un par de incidentes en sus respectivas carreras, dejándolas sin la posibilidad de competir. Scheider y O’Donovan, por otro lado, se mantuvieron muy combativos en la pista, siendo aquellos pilotos a la espera de un error por delante para pescar en río revuelto.
La semifinal 1 resultó en la eliminación de Patrick O’Donovan y Timmy Hansen, al no acertar estos con la estrategia y enzarzarse en una lucha que les acabó costando tiempo a ambos al final de la carrera. Esta lucha dejaba al joven campeón británico sin la posibilidad de salir a la final despues de que Timo Scheider recibiera una sanción por un empujón durante la carrera a uno de los Hansen. Kevin Hansen, Johan Kristofferson y Timo Scheider avanzaron a la final, y con ello, Kristofferson acariciaba el título. Con salir a la final sería matemáticamente hexacampeón del mundo.
La Semifinal 2 fue dominada por Niclas Grönholm, quien se mostró extremadamente competitivo desde el inicio en esta primera parada asiática. Veiby aseguró el segundo lugar, mientras que Andersson finalizó en tercera posición. Münnich se quedó al margen de la final por muy poco a pesar de intentar evitar las peleas, como viene siendo habitual en el veterano piloto alemán. Sin embargo, la carrera se vio empañada por un fuerte accidente de Åhlin Kottulinsky, que la dejó fuera de la competición en la primera vuelta. Afortunadamente, la piloto resultó ilesa.
El momento culminante llegó en la final. Tras una salida intensa y apretada, Kevin Hansen dominó la carrera con ese ritmo que había demostrado desde las primeras vueltas del fin de semana. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando el coche de Kristofferson se detuvo en la pista mientras ocupaba la segunda posición. Niclas Grönholm heredó la segunda plaza gracias a una sólida estrategia en cuanto a la gestión de la Joker, mientras que Timo Scheider adelantó in extremis a Veiby para quedarse con el tercer puesto del podio. Kevin Hansen se coronaba como el primer vencedor en Hong Kong, mientras que Kristofferson se aseguró su sexto título mundial a pesar de los problemas sufridos. El sueco vuelve a demostrar, sin importar la montura, su velocidad y solidez en un campeonato en el que parece imbatible.
La emoción continuará mañana, en la segunda cita que se llevará a cabo en el espectacular circuito urbano de Hong Kong, construido en la misma zona donde también compitió la Formula E. Los aficionados pueden esperar más acción, giros inesperados y competición de alto nivel en esta segunda cita de la parada asiática, que cerrará la edición 2023 del World RX, el Campeonato del Mundo de Rallycross.