Las 24 Horas de Daytona son una de esas carreras que míticas que pueblan el calendario durante el año. El escenario, la historia y el ambiente que atraen han convertido la cita en una de esas que ni aficionados ni pilotos quieren perderse. Y suele ser lugar de peregrinación para las celebridades que aprecian el rugido de los motores. Incluidos los viejos rockeros.
De sobra es conocida la historia de Nick Mason, batería de Pink Floyd, surcando los peraltes de Daytona en las numerosas ocasiones en que este ha disputado la famosa carrera. Pero el rock duro también ha aderezado el trazado estadounidense. Y es que Brian Johnson, vocalista de la mítica banda AC DC, no quería perderse una de las carreras de resistencia más conocidas del mundo.
Conocido por subirse a los escenarios junto a los hermanos Young y hacer resonar estadios alrededor del mundo, Brian Johnson guarda además una bonita relación con la gasolina y los deportes de motor. Participaba habitualmente en carreras, normalmente de clásicos, y cuando no cantaba o pilotaba, era fácil verle por el paddock de diversas categorías. Tanto disfruta del sonido de los motores, que tuvo que alejarse de los escenarios debido a ello.
Fue su afición por ir a las carreras sin protección auditiva, y no el Rock de AC DC, lo que dejó a los fans de «Highway to Hell» sin la estridente voz de Brian Johnson. No sin antes haber competido en la playa de Daytona. Johnson, alineó en 2012 su propio equipo en la carrera bajo el nombre de 50+ Predator. El equipo, competiría en la categoría DP (Daytona Prototype) con un Riley Mk XI que él mismo pilotaría. Junto a él, Elliot Forbes-Robinson, Byron DeFoor, Jim Pace y Carlos de Quesada.
Todos ellos tenían en ese momento más de cincuenta años, de ahí el nombre del equipo: 50+. La organización de la carrera decidió otorgarles el dorsal 50, y así estos viejos rockeros se echaron a las curvas peraltadas del óvalo americano. Consiguieron terminar la carrera en la posición 32 de la general y 12 de su categoría. Y desde entonces, Brian Johnson ha seguido ligado a la carrera en varias ocasiones a través de su equipo y de diversas fundaciones benéficas.
Con el Rock y la Gasolina corriendo por sus venas, Brian Johnson no quiso perderse el gran evento de Daytona Beach. Y a sus 74 años sigue dando guerra a bordo de su impresionante colección de coches, aunque lejos de grandes competiciones. Haciendo verdad eso de que los viejos rockeros nunca mueren. Y no esperábamos menos del cantante de una de las mayores bandas de la historia, que conduce en su día a día un Bentley Vanden Plas Le Mans Tourer de 1928. Un coche de casi un siglo con un motor de 4.5 litros al que llama «Thunder Guts».
Habitual del Festival de Goodwod, suele sacar alguno de los clásicos a pasear en este tipo de eventos. Y no tiene miedo a empujar a pesar de la edad de la montura y del jinete. Derrochando carisma y pasión allá donde va. Incluso Top Gear se arrodilló ante él en sus apariciones, en las que se alzó como uno de los famosos más rápidos de los que acudieron al programa. Pues a pesar de haber dominado estadios en las ciudades más importantes del planeta, Brian quiso repartir su particular Rock and Roll en Daytona. «We salute you».