A finales de los años noventa, la F1 se encontraba en un momento de máxima igualdad y los grandes equipos peleaban por cada décima en pista con garras y dientes. En las fábricas, los ingenieros buscaban la forma de arañar algo de tiempo al cronómetro y, a menudo, las soluciones que proponían eran muy enrevesadas o extremadamente costosas, pero en el año 1997, unas piezas en el fondo de un camión hicieron destacar a McLaren por encima del resto.

La temporada iba a estar muy reñida y todos los equipos se dedicaban a probar sus coches y ver cómo se comportaban en pista. McLaren era por aquel entonces una de las escuderías a batir y para ese año tenía que seguir siéndolo. Aunque sus tiempos eran buenos, el coche tendía a subvirar a causa del tamaño de los neumáticos de la época así que, en un test en silverstone, a última hora de la tarde, los de Woking decidieron probar un sistema que llevaba meses al fondo de uno de sus camiones para minimizar ese subviraje. Lo montaron en el coche de Hakkinen, el finlandés salió a dar la últimas vueltas del día y en su primer intento rebajó el crono más de medio segundo.

Ferrari argumentó que costaría millones desarrollar un sistema como ese.

La idea fue de Steve Nichols, uno de los artífices del famoso MP4/4, y consistía en un segundo pedal de freno que actuaba tan solo sobre una de las ruedas traseras. Cuando el piloto entraba en una curva pisaba el pedal de freno convencional, frenando sobre las cuatro ruedas, y en medio de la curva aplicaba algo de presión sobre este tercer pedal, que frenaba la rueda de la parte interior trasera, y aceleraba progresivamente. De esta forma el par motor se dirigía a la rueda exterior, que no estaba frenada, y ayudaba al coche a girar. El sistema se montaba según el número de curvas hacia cada lado que tenía el circuito, ya que solo actuaba sobre un lado. Pero podía suponer una mejora de medio segundo por vuelta.

 

La famosa foto de Darren Heath que levantó la polémica.

 

El sistema se bautizó como “Brake Steering” y sólo se descubrió cuando el fotógrafo Darren Heath tomó una foto de uno de los McLaren con un disco de freno trasero al rojo vivo en una zona en la que debería estar acelerando. Eso levantó sus sospechas y decidió investigarlo. Semanas mas tarde logró hacer una foto del interior del cockpit de uno de los monoplazas ingleses, que había abandonado la carrera cerca de su posición, y descubrió ese misterioso tercer pedal. Hasta entonces el resto de equipos no sospechaba de nada, y debido a las quejas del resto de equipos, la FIA decidió prohibirlo tras la primera carrera de 1998, en la que los de Woking arrasaron con un sistema que les costó “apenas unos 50 dólares” y habían tenido guardado al fondo de un camión durante meses.

 

Este sistema permitió a McLaren volver a ganar carreras.