A lo largo y ancho del mundo del automovilismo, son muchas las familias de pilotos que comparten la pasión por las carreras. La afición pasa de manera hereditaria de progenitores a vástagos, como lo hace entre hermanos y demás parientes. La Copa Cooper celebró este fin de semana su segunda ronda de la temporada en el Circuit Ricardo Tormo. El trazado valenciano vio a varias familias competir juntas para alcanzar la gloria.

La más numerosa y conocida es la Familia Gruau. Hace tiempo que este apellido campa por los circuitos españoles de la mano de Philippe Gruau, piloto del Campeonato de España de Resistencia y GT (GT-CER) donde compite con el reconocible Vortex V8. Pero son sus hijos, Álex, Marc y Joanna, quienes debutaron con la Copa Cooper en la primera cita del campeonato en el Circuito de Navarra.

Marc y Álex Gruau comparten uno de los Mini Cooper de la Escuela Española de Pilotos, mientras que Joanna Gruau disputó la cita valenciana con su padre como compañero de aventura, lo que fue el estreno del progenitor en la Copa Cooper, sustituyendo a Manuel Cintrano, con quien compitió la joven de la familia en Navarra. El trazado de Cheste vio de esta manera a cuatro integrantes y dos generaciones de Gruau sobre la pista, demostrando el carácter familiar que puede llegar a tener el automovilismo.

El Mini Cooper de Marc y Álex Gruau, hermanos fuera y dentro de la pista. Foto: Media Copa Cooper / Carlos Casimiro.

Por su parte, Jonathan y Óscar Gómez también saben lo que es compartir algo más que la genética. Ambos hermanos participan en la Copa Cooper como pilotos de la Escuela Vasca de Conducción y fueron protagonistas destacados este fin de semana, sumando una victoria y un podio que les coloca en una buena posición para afrontar el resto de la temporada.

Así mismo, encontramos algunos casos más en los que queda comprobado cómo la pasión es hereditaria. Javier Escobar y Paloma Escobar, padre e hija, han debutado este fin de semana con un Mini Cooper en el certamen, pilotando un coche con menor preparación que el resto, lo cual no les ha impedido hacer un buen papel. El segundo caso progenitor-vástago es el de Miguel y Jorge Valdés. Miguel probó las mieles del certamen en la primera cita en Navarra, compartiendo el coche con Jorge a partir de la ronda en Cheste.

Philippe y Joanna Gruau, padre e hija, debutaron juntos en Cheste. Foto: Media Copa Cooper / Carlos Casimiro.

Todas estas familias se vieron las caras en el Circuit Ricardo Tormo este fin de semana, disputando la segunda cita de la temporada. José Manuel de los Milagros y “Smorg” se adjudicaron la victoria en la primera carrera, dando un recital de conducción al volante de un Mini Cooper. Jonathan Gómez y Óscar Gómez consiguieron el segundo lugar en el podio, por delante de Ángel Rodríguez y Álvaro Vela.

La segunda carrera tuvo a Tony Albacete y Pablo Burguera comandándola durante los primeros compases, merced de una buena arrancada en la que se pusieron líderes. Sin embargo, no pudieron aguantar el empuje de sus perseguidores, siendo Jonathan y Óscar Gómez lo que se llevaron el triunfo. Albacete y Burguera consiguieron la segunda posición final en el podio, mientras que Alejandro Romero, en solitario, se hizo con la tercera plaza.

El Mini Cooper de Jonathan y Óscar Gómez camino de la victoria en el Circuit Ricardo Tormo. Foto: Media Copa Cooper / Carlos Casimiro.

La próxima vez que podamos disfrutar del espectáculo de la Copa Cooper será el próximo fin de semana del 31 de julio y 1 de agosto, en el marco del Racing Weekend, evento organizado por la Real Federación Española de Automovilismo, en Motorland Aragón. Como en el Circuito de Navarra, el campeonato de Mini volverá a enseñarnos que la competición, entre otras cosas, es una cuestión de familia.

Foto de portada: Media Copa Cooper / Carlos Casimiro.