Durante estos días hemos podido ver por primera vez los primeros conceptos de los nuevos alerones delanteros que equiparán los Fórmula 1 a partir de la próxima temporada. Aunque se trata de diseños todavía en pruebas y por tanto provisionales, ya hemos comprobado que serán más anchos y más sencillos en general. El objetivo de la FIA con este nuevo diseño es que los coches puedan ir más pegados sin perder rendimiento aerodinámico y por tanto que haya mas facilidad de adelantamiento. Entonces… ¿si quieren que los coches vayan más pegados, por qué simplifican un elemento que genera entre el 25% y el 40% de la carga aerodinámica?
En los F1 actuales los equipos han llevado el diseño del morro al límite, por eso en cada Gran Premio vemos como van apareciendo nuevas divisiones o aletines en la zona de las alas de la parte frontal del monoplaza para mejorar el flujo de aire que recoge. Aunque esa parte se simplificará, quizás no sea la que nos va a permitir ver más batallas. Una zona que realmente va a marcar la diferencia será la de los “end-plates”.
Los “end-plates” son la zona de las puntas laterales del alerón. Hasta los años noventa era tan solo una pieza vertical que limitaba el alerón y ayudaba a recoger el aire delantero, pero esa zona se fue modificando hasta que aparecieron aletas en esa placa vertical que generaban los efectos conocidos como “outwash” e “inwash”. Ambos efectos buscan que los neumáticos del coche no generen turbulencias en el flujo de aire, ya que las ruedas son quizá la zona más problemática en cuanto a aerodinámica al no ser coches carrozados.
En el caso del “inwash” se desvia el flujo del aire hacia la parte interior de la rueda y entra en el flujo normal del coche, así que no entraremos en detalles en lo que a este efecto se refiere.
Sin embargo el “outwash” sí nos genera un problema grave: Se aparta el aire del coche mediante pequeñas extensiones, haciendo que se genere una zona de bajas presiones alrededor del coche.
Esa zona de bajas presiones hace que el coche de atrás se encuentre con aire “sucio” del coche que persigue si se acerca demasiado, perdiendo carga aerodinámica y por tanto rendimiento. Esa pérdida de carga hace que sea muy difícil adelantar al monoplaza de delante y eso es lo que busca controlar la FIA con los alerones nuevos, limitando mucho esas aletas en la zona exterior del morro del coche. Si se logra minimizar ese efecto, los pilotos podrán acercarse mucho más al coche de delante y por tanto pelear más la posición sin comprometer el comportamiento del coche.
Habrá que esperar a 2019 para ver los diseños definitivos y saber si dan resultado aunque esperamos que ahora os hayamos ayudado, aunque sea tan solo un poquito, a entender por qué los adelantamientos escasean estos últimos años en la categoría reina.