Multicampeona del Mundo de Trial y de Enduro, Laia Sanz sigue imparable en su carrera sobre cuatro ruedas para volver a una especialidad que ya conoció hace unos años. La catalana competirá los próximos 9 y 10 de octubre en el Rallycross de Benelux, dentro de la categoría RX2e -antesala del Campeonato del Mundo de Rallycross- en la que debutó en el Rallycross de España de 2015 cuando esta todavía era conocida como RX Lites.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, cuando Sanz se subió al volante de uno de los coches desarrollados por Olsbergs MSE en la prueba de casa, siendo la primera piloto española en competir en una prueba internacional de rallycross desde que lo hiciera Eduardo Herrero en el Rallycross de Lousada de 2008, dentro de la División 2 del Campeonato de Europa. Ahora, nuestro país se está posicionando con una de las mejores canteras de pilotos, con Pablo Suárez compitiendo en el Campeonato de RX2e a tiempo completo y Pepe Arqué, entre otros, llamando a las puertas.
En estos años, Laia Sanz ha ido compaginando sus compromisos sobre dos ruedas con una incipiente pero progresiva carrera automovilística que la ha llevado a competir en rallyes todoterreno -como el Rally de Andalucía, válido para la Copa del Mundo de Rally Cross-Country y para el Campeonato de España de Rallyes Todo Terreno (CERTT)- o en el Extreme E junto a Carlos Sainz. La pareja española representa los colores de Acciona y en estos momentos ocupan la quinta posición de la general, después de subir al tercer escalón del podio en la última cita celebrada en Groenlandia.
De la misma manera, el certamen que funciona como semillero de las futuras estrellas del World RX ha evolucionado hacia mecánicas eléctricas, dejando atrás los coches con motor de combustión. De los RX Lites se pasó a los RX2 y ahora a los RX2e que, junto a Olsbergs MSE, han sido construidos por el fabricante español QEV Technologies en sus instalaciones de Montmeló. Laia Sanz volverá de esta manera a subirse a una carrocería que conoce pero que ha evolucionado tanto como ella.
En aquel Rallycross de España de 2015, el primer Catalunya RX que vio el Circuit de Barcelona-Catalunya dentro del Campeonato del Mundo de Rallycross, Laia Sanz realizó un buen papel, a pesar de su falta de experiencia. La catalana consiguió en la segunda sesión de calificación la novena posición, su mejor resultado en la calificatoria, logrando el pase a semifinales. En ellas, firmó la quinta posición, no pudiendo entrar en la final.
Ahora, Sanz aterriza en el RX2e con una mayor experiencia, especialmente en lo que se refiere a pilotaje de vehículos de competición eléctricos, pudiendo aspirar a metas mayores. De entrada, el circuito de rallycross de Spa-Francorchamps es una pista rápida con curvas de radio amplio que se conjuga con la subida hacia el Raidillon desde Eau Rouge en la que debería poder exprimir al máximo el potencial del coche de QEV Technologies.
Una de las características de este campeonato es que todas las monturas son exactamente iguales, por lo que las prestaciones con las que cuenta cada piloto son las mismas. De esta manera, prima por encima de la componente mecánica la destreza del piloto. De esta manera, Laia Sanz va a contar con las mismas oportunidades de salida que los principales protagonistas del certamen, entre ellos Guillaume de Ridder o Jesse Kallio, dos de los pilotos que están peleando por hacerse con el título a final de temporada.
Pero, también, con Christine Giampaoli, una de sus rivales en el Extreme E, que debutará en el campeonato; o con un Pablo Suárez que sigue creciendo en este RX2e, categoría que afronta en Spa-Francorchamps su cuarta cita del calendario, la penúltima antes de dar por finalizada su temporada inicial en otro circuito de leyenda, Nürburgring. Veremos de lo que son capaces los representantes españoles y cómo va evolucionando Laia Sanz en una disciplina automovilística espectacular que sigue sumando adeptos carrera tras carrera.