Se habla mucho de él en cada retransmisión de Fórmula 1 y todos sabemos que está pensado para dar cierta ventaja a un coche que va a realizar un adelantamiento. Pero, ¿qué es y como funciona el DRS?
Para entender el DRS antes debemos saber que los coches de Fórmula 1 son tan rápidos en circuito porque pueden trazar las curvas a muy alta velocidad. En recta, hay coches que pueden alcanzar velocidades más altas, pero lo que realmente hace de estos monoplazas los más radicales del mundo, es la capacidad de coger las curvas a mayor velocidad que nadie. Y eso es gracias a la carga aerodinámica.
Eso es posible gracias a que estos coches están diseñados para aprovechar el aire que fluye por su carrocería. Cuando este aire pasa a gran velocidad por encima (o debajo) del coche este se canaliza de forma controlada para que genere una fuerza vertical contra el suelo que enganche el coche al suelo. Esto permite ir más rápido en curva, sí, pero nos quita velocidad en las rectas, porque el aire choca con los alerones y frena el coche. Este fenómeno de resistencia al aire se conoce como “Drag”. La mayor preocupación de los ingenieros es conseguir suficiente carga sin que frene demasiado el coche, eso es todo un desafío y, a veces tan solo un milímetro más o menos de alerón puede significar la diferencia entre un coche rápido y un coche incapaz de correr los suficiente en las rectas.
El DRS o “drag reduction system” es un sistema de reducción de carga aerodinámica del que dispone el piloto para ganar un extra de velocidad para adelantar. Se trata de un alerón móvil situado en el ala trasera de los Fórmula 1 que se abre para dejar pasar aire a través de él y se genere menos “drag”, lo que nos permite que una mayor velocidad punta.
Este sistema entró en vigor en 2011 para potenciar los adelantamientos en la categoría reina y es la única pieza móvil que permite el reglamento en la carrocería de estos coches. Sólo puede activarse en las zonas delimitadas y, en carrera, cuando nuestro coche esté a menos de un segundo del coche que le precede, que no podrá activarlo para defenderse a menos que tenga otro coche delante que le habilite para hacerlo.
Los alerones de un F1 generan entorno al 40% de la carga del coche, así que abrir parte de uno de los alerones nos da una ventaja significativa a la hora de conseguir una velocidad más alta. Se calcula que este dispositivo puede dotar de hasta 15km/h más de velocidad al final de recta para nuestro coche lo que nos facilitaría un adelantamiento. Nuestro alerón se cerrará una vez el piloto frene o pulse el botón desde el volante, recuperando toda nuestra carga para afrontar la siguiente curva.