En un lugar del sur de Inglaterra, el tiempo se funde para mostrarnos coches de ayer y de hoy entre campos, árboles y pacas de paja. Es el Goodwood Festival of Speed.

Este fin de semana se celebra uno de los eventos automovilísticos de mayor renombre, el Festival de la Velocidad de Goodwood. Las vías cercanas a la Goodwood House, en la ciudad inglesa de Chichester, se engalanan para recibir a un sinfín de coches de carreras, tanto históricos como actuales. Sus propietarios los ponen a disposición de diferentes pilotos, o bien, son ellos mismos quienes los conducen.

El festival nació en 1993 de la mano de Charles Gordon-Lennox, duque de Richmond, o más conocido como Lord March, en un intento de devolver la competición automovilística al circuito de Goodwood y a la zona adyacente. Y es que, fue su abuelo, Freddie Gordon-Lennox, quien fundó el circuito de Goodwood en 1948 sobre un aeródromo, como tantos otros circuitos en Gran Bretaña. Así que podría decirse que la pasión por los coches es un asunto familiar que ya venía de lejos.

Como consecuencia, este año se cumple el 25 aniversario del Goodwood Festival of Speed, en el cual, además de exhibirse coches de diferente índole, también hay competición. Porque la base de esto es la subida de montaña que se celebra aquí sobre un recorrido de 1,86 Km. que se delimita mediante pacas de paja, y cuyo record absoluto ostenta Nick Heidfeld sobre un McLaren-Mercedes MP4-13, con un tiempo de 41.6 segundos. También se realiza un tramo cronometrado para coches de rally, con una longitud de 2,5 Km.

La participación es siempre de lo más variopinta, y en la zona de paddock pueden verse desde monoplazas de Fórmula 1 a prototipos experimentales de algunas de las marcas más conocidas del mercado, pasando por prototipos de Le Mans, coches del Campeonato del Mundo de Rally, históricos de los años ’30 o carrozados que se asemejan más a un tanque que a un coche. También hay espacio para las motos, actuales o históricas, con o sin sidecar…

Es habitual que las marcas, sobretodo las británicas, se involucren a fondo, llevando vehículos históricos almacenados el resto del año en sus sedes, así como equipos de Fórmula 1 con base en Reino Unido, dando la oportunidad a los aficionados que allí se acercan de disfrutar con la imagen de un coche del Gran Circo fuera de un circuito, algo que es del todo inusual.

Y es que, el festival de Goodwood es ante todo una experiencia única que todo aficionado a los coches de carreras debería vivir alguna vez. En todo el mundo se celebran eventos de este tipo, pero muy pocos tienen la capacidad de involucrar a las marcas como este, en el que en cada edición se homenajea a alguna de ellas. Salvo el año pasado, que se homenajeó a Bernie Ecclestone.

La edición de 2018 se puede seguir a través de YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=67IvQwZZLVU), aunque por supuesto, que bueno sería poder estar allí. En fin… Otro año será.