Hyundai es una de las marcas que mayor presencia tiene en campeonatos automovilísticos a lo largo y ancho del mundo. No siempre amparados por la casa matriz, muchos modelos preparados para competición se baten el cobre en circuitos y tramos. Pero esto no fue siempre así. Durante muchos años, los coches de la fábrica surcoreana no tocaron la competición ni por curiosidad. Sólo desde hace muy poco han decidido demostrar que son tan capaces de fabricar buenos coches de carreras como otros fabricantes de mayor tradición.

El constructor de Seúl empezó a desarrollar sus propios modelos a partir de 1975, tras unos años modificando coches de otras casas bajo licencia. Es el caso del Ford Cortina, que desde 1968 fue puesto a la venta por Hyundai en Corea del Sur. Sin embargo, las actividades deportivas de la marca se retrasaron bastantes años. Por la razón que fuera, no era prioritario, y salvo algunas inscripciones privadas en pequeñas competiciones, Hyundai no hizo acto de presencia en el mundo de la alta competición hasta finales del siglo XX.

En 1998, la marca asiática decidió embarcarse en el Campeonato del Mundo de Rally, preparando un Accent con especificaciones de rally que sería gestionado por un equipo privado. En los siguientes años, consiguieron ciertos resultados destacados, con pilotos de renombre como Juha Kankkunen, Alister McRae o Armin Schwarz. Pero el apoyo de fábrica nunca fue el mismo que el recibido por las marcas rivales, y tras esta primera etapa, la dirección dio carpetazo a la experiencia deportiva del fabricante surcoreano.

Hyundai Accent WRC, pilotado por Alister McRae durante el Rally 1000 Lagos de 2001

El desembarco definitivo llegó en 2013. A finales del año anterior, durante el Salón del Automóvil de París, Hyundai anunció que competiría a partir de 2014 en el Campeonato del Mundo de Rally de forma oficial, con todo el apoyo de la marca detrás. Así que el año que iba a empezar serviría para desarrollar el nuevo coche, un i20 con especificaciones del reglamento WRC. También se centrarían en crear un equipo desde cero y toda la estructura de competición necesaria que hasta entonces no existía, dándoles desde la casa matriz carta blanca para hacer y deshacer. Michel Nandan, ingeniero con gran experiencia en competición, fue colocado al frente del proyecto.

Con el fichaje de Thierry Neuville para el primer coche, y los de Hayden Paddon, Dani Sordo, Juho Hänninen, Chris Atkinson y Bryan Bouffier para la segunda y tercera unidad, la estructura comenzaba a dar atisbos de ir por el buen camino. 2014 se saldó con victoria y doblete en el Rally de Alemania, de la mano de Neuville y Sordo. Un éxito que auguraba grandes domingos de celebración por delante.

El Hyundai i20 WRC aparece entre los blancos árboles nevados del Rally de Suecia

Pero 2015 no fue tan bien como se esperaba. A pesar de conseguir el tercer lugar en el campeonato, no sumaron ninguna victoria. Y es que la estructura seguía en fase de rodaje. Tras un primer año tan bueno, tenían que seguir con el trabajo. Entre tanto, la casa empezaba a interesarse por el nuevo reglamento TCR que iba a copar los campeonatos de turismos de medio mundo. Se lanzaron al desarrollo de dos modelos de cara a la futura homologación de ambos dentro de aquel nuevo reglamento: el i30 N y el Veloster N.

Dos victorias en el Campeonato del Mundo de Rally sumaron a su palmarés en 2016, mientras el departamento de competición para clientes echaba a rodar. Finalmente, en 2017 llegó el debut en el TCR, y con ello en la Copa del Mundo de Turismos que empezaría al año siguiente. En los rallyes no les iba nada mal, estaban en la lucha y eran los únicos capaces de plantar cara al Ford de M-Sport pilotado por Sébastien Ogier. Pero todavía faltaba superarles y ganar. Cosa que sí harían en el WTCR en su primer año, con Gabriele Tarquini conquistando el título.

Los dos Hyundai i30 N TCR de Gabriele Tarquini y Norbert Michelisz durante la cita del WTCR de 2018 en Hungaroring

Aunque la filosofía del nuevo certamen iba en contra de que existieran equipos oficiales, lo cierto es que el apoyo de fábrica cada vez se fue intensificando más, algo crucial para el éxito. Como también lo fue para las ventas de sus modelos de competición destinados a equipos cliente. Y es que el éxito siempre abre puertas. Del proyecto inicial en el WRC, a tener coches repartidos por diferentes campeonatos. De los rallyes a los turismos, pasando por el rallycross. Entre tanto, la dirección del proyecto cambió de manos, y Andrea Adamo sustituyó a Michel Nandan.

Actualmente, Hyundai lidera el Campeonato del Mundo de Rally, y sus equipos luchan por la gloria en el WTCR y el Campeonato del Mundo de Rallycross. Y eso sin contar campeonatos regionales y nacionales, como el Campeonato de España de Turismos, donde mantienen todo el protagonismo gracias al gran rendimiento de sus unidades. Para ser un fabricante que pasó de largo de la competición durante tantos años, este desembarco a nivel mundial es digno de mención. Y ya se habla de nuevos campeonatos donde podrían llamar a la puerta. Si lo hacen, y al ritmo que van, no se puede descartar nada.

Los nueve veces campeones del mundo, Sébastien Loeb y Daniel Elena, pilotando el Hyundai i20 WRC durante el Rally de Montecarlo de 2019