Albert Llovera es un piloto hecho a sí mismo. Tras sufrir un grave accidente de esquí que le dejó en silla de ruedas, canalizó sus ganas de ir rápido en las carreras de coches. Este fin de semana disputa la primera cita del Campeonato de RallyCross 2 (RX2), la segunda división mundial de la especialidad, al volante de un Abarth adaptado a sus necesidad. El viernes, durante la jornada de verificaciones, pudimos hablar un rato con él.

La primera cita siempre es importante, y más siendo “la de casa”. Para Llovera, lo importante es “que salga muy bien”. Espera que la competencia sea muy dura, pues nadie quiere quedarse descolgado en la primera carrera del año. “Es la primera y está el ambiente muy caliente. Todo el mundo lo quiere hacer bien para arrancar la temporada bien. No creo que nadie vaya calmado, y menos de los nuestros”.

La temporada son siete carreras y empieza aquí . El año pasado no se corrió y creo que a lo mejor puede ser un buen momento para atacar. Entonces lo hicimos mejor en los circuitos nuevos, así que vamos a intentar trabajar para que salga bien. Pero bueno, tenemos solamente diez vueltas de entrenamientos. Como todos”.

El Abarth de Albert Llovera tras pasar las verificaciones técnicas el viernes. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

Durante el invierno, Albert pasa sus ratos libres a 2400 metros de altura. Es la altitud a la que se encuentra el Circuit Andorra, en Pas de la Casa, el trazado permanente más alto del mundo. En esas fechas, el hielo y la nieve cubren su asfalto, y es el momento para que las GSeries echen a rodar. Conducir sobre hielo y nieve o sobre asfalto y tierra es muy diferente, y para él “es una cuestión de feeling.

Cambiar el estilo de pilotaje es algo que se puede hacer instintivamente, y para Llovera es importante no perder tiempo en esto. ”Intento hacer las frenadas donde corresponden y mover el coche donde se tiene que mover. Aquí la décima es muy cara. Intentar saber donde tiene el grip, porque son neumáticos de asfalto en tierra. Y en tierra comprimida, además ¡que resbala un montón!”.

El andorrano nos comenta que pilotar tiene muchas similitudes con esquiar, su antiguo deporte, para el que dedicó su juventud, llegando a participar en los Juegos Olímpicos de Invierno. ”Correr en coches es muy parecido a esquiar. Los esquís son los neumáticos y las suspensiones son las rodillas. Pero la visión es exactamente igual. Trabajas con antelación. Hay que intentar no derrapar más de la cuenta, ni en esquí, ni en RallyCross, ni en los rallyes. Y traccionar lo antes posible para salir lo más rápido que se pueda”.

Los mecánicos poniendo a punto el Abarth de Llovera en la preparrilla. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

Respecto a su época de esquiador, nos comenta que las carreras ya eran una de sus pasiones, pero no sobre cuatro, sino sobre dos ruedas. Me gusta mucho MotoGP y apuntaba más bien para allí que no para aquí. Pero dadas las circunstancias, empecé con los coches, vi que se me daba bien y entonces intenté sacarme la licencia. Fue la primera en el mundo para alguien con discapacidad. Es una de las cosas que más me siento orgulloso porque abrimos una puerta muy potente. Hoy en día ya hay más de cuarenta personas compitiendo y quieras que no, haberlo hecho es algo muy agradable”.

Le preguntamos sobre la posibilidad de que en un futuro pueda competir en la máxima categoría de RallyCross, el Campeonato del Mundo. Reconoce que depende mucho de los presupuestos y los equipos. “Tampoco sabía si este año iba a estar aquí, si estaría en Olsbergs y al final, estoy medio en Olsbergs, medio en PCR, porque los mecánicos son míos. Uno de los mecánicos de Olsbergs del año pasado, está trabajando en PCR, entonces, la logística también la hacen ellos. Estoy medio, medio”.

Albert Llovera negociando con la tierra húmeda. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

Una opción sería que Abarth decidiera involucrarse más, con apoyo oficial o semioficial. Una situación, que aunque parezca difícil, valora con cierto optimismo, aunque tampoco descarta otras opciones. “Ojalá, estaría muy bien. Estaría agradable. Y, si no, intentar hacer, al menos, una carrocería buena para que luego con algún equipo la pudiéramos desarrollar. Eso sería una buena idea”.

Tras un rato muy agradable de conversación, los quehaceres y los preparativos llamaron a la puerta de Albert Llovera. Una puerta que él mismo nos abrió con elegancia, educación y sinceridad. Esperamos que tenga mucha suerte este año, y ojalá que algún día lo veamos luchando de tú a tú con las bestias del RallyCross. ¡Gracias por tu tiempo, Albert!

Albert Llovera realizando una Joker Lap durante una de las carreras del fin de semana. © Pablo López Castillo (elacelerador.com)

Foto de portada: © Pablo López Castillo (elacelerador.com)